lunes, 3 de octubre de 2011

Uno de cada tres jóvenes gijoneses afirma que su familia le permite beber

Varios jóvenes, de botellón, en el cerro de Santa Catalina. ::


Un estudio revela que la mayoría utiliza el alcohol «para ligar y relacionarse» y el 45% reconoce que ingiere «dosis altas con cierta frecuencia»

03.10.11 - 02:39 -
 
Le disgusta que hablen de los jóvenes «como si fueran todos borrachos». Porque ni tanto, ni tan poco. «Es cierto que el consumo de bebidas alcohólicas entre los chavales ha aumentado y que es algo que nos debe preocupar a todos, pero de ahí a culpabilizarles exclusivamente, hay un trecho». Lo dice alguien que ha vivido en primera persona los problemas derivados de los excesos del alcohol. Es Miguel Ángel Fernández García, presidente de la Asociación de Familiares y Enfermos Alcoholizados y Rehabilitados 'La Santina' (Asfear), que aconseja hacer algo de autocrítica. «¿Dónde empiezan a beber los chavales, si no es en la propia casa? Es como si quisiéramos mirar para otro lado», se queja.
Al responsable de Asfear le cuesta creer que, tal y como recoge un estudio de la Consejería de Sanidad del Principado, que más de la mitad de los jóvenes asturianos practique el atracón de alcohol, también denominado 'binge drinking'.
Él prefiere hacer hincapié en otros aspectos, como el que revela que las familias asturianas son permisivas con el consumo de alcohol.
Asfear lo ha constatado tras realizar una encuesta entre 1.671 alumnos de la ESO y de Bachillerato de Gijón. En ese cuestionario, un 30% de los chavales asegura que «en casa le permiten tomar algo de alcohol», indica Miguel Ángel Fernández.
Pero lo más preocupante, apunta a renglón seguido, es que un 9% de esos jóvenes son estudiantes de 4º de la ESO. Es decir, «tienen sólo 14 años y dicen que les dejan beber en casa», se sorprende el portavoz de Asfear.
La mayoría de los jóvenes reconoce que «el alcohol se usa para ligar y relacionarse» y un 45% ha respondido que «bebe dosis altas con una cierta frecuencia».
Es cierto que son datos preocupantes, pero sería bueno destacar también que hay un 21% de chicos y chicas que asegura no ingerir bebidas alcohólicas cuando sale de marcha con sus amigos. Además, otro 57% dice que practica algún deporte.
A Miguel Ángel Fernández le inquieta más que haya un 30% de familias que permitan beber a los jóvenes en casa, que la modalidad del atracón. Considera, además, que el botellón no es sólo un problema de consumo de alcohol, sino de modelo de convivencia. En Gijón, los jóvenes aseguran inclinarse por el barrio de La Arena y la Ruta para pasar el rato con su pandilla. La zona de la plaza de San Agustín no aparece en las respuestas, pero hay que tener en cuenta de que la encuesta fue realizada en 2008, precisa el presidente de Asfear.
No saben negarse
La presión del grupo es importante. Y más a edades tempranas. Los datos extraídos del estudio son elocuentes: entre los más de 1.600 encuestados, un 18% llega a reconocer que no sabe negarse a beber cuando está con el grupo. Esto se une al hecho de que siete de cada diez cree que el alcohol no afecta a los estudios.
La encuesta se realizó entre jóvenes de 14 a 18 años. Una decena de institutos, tanto públicos como privados, aceptaron participar en el estudio de Asfear que ya prepara una nueva entrega para 2012

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