martes, 27 de marzo de 2012

«Jamás volveré a trabajar en Asturias»

 

Natalio Grueso lamenta el daño que el Gobierno De Cascos ha causado en la cultura


Su nombre estaba en el punto de mira de la nueva administración de Foro Asturias. Acusado por el Principado de practicar una mala gestión en el Centro Cultural Internacional Oscar Niemeyer (incluso se llegó a poner en duda la calidad de la programación cultural), Esperanza Aguirre no tardó en fijarse en Natalio Grueso para coordinar los espacios culturales de Madrid. Hoy, el exdirector del Centro Niemeyer -renombrado Centro Cultural Internacional de Avilés por las discrepancias de Francisco Álvarez-Cascos con la Fundación que lleva el nombre del arquitecto brasileño- analiza la polémica desde la distancia. En una entrevista concedida a la TPA, Grueso aseguró que “jamás” volverá a trabajar en Asturias.
Para el actual director de Artes Escénicas en la Comunidad de Madrid, la historia no absolverá a Álvarez-Cascos cuando se repase su actuación con el Centro Niemeyer. “Con el paso del tiempo, cuando haya perspectiva, se verá como una de las mayores barbaridades que se han cometido en Asturias”.
En la entrevista, emitida ayer por los servicios informativos de la radiotelevisión asturiana, Grueso se mostró especialmente duro con la administración de FAC, a cuyos representantes atribuye seis meses de destrucción intencionada. Intencionada porque en los actos de Foro Asturias Natalio Grueso ve la combinación de dos factores que propician un resultado terrible: “la extremada ignorancia sobre el mundo de la cultura y la extrema maldad” .
“Como dice un proverbio”, declaró, “para construir el más humilde de los cobertizos hace falta algo de talento, pero para destruir el más hermoso de los palacios basta cualquier bestia. Y realmente creo que las bestias se han apoderado de Asturias y lo han destrozado todo”. Los últimos meses de gobierno en Asturias, concluyó Natalio Grueso sobre el paso de Foro por la sede de Presidencia, “han sido extremadamente dañinos para la región”.
Los responsables políticos, aseguró Grueso durante la entrevista, se negaron a recibir a los responsables del Niemeyer en lo que entiende como la aceptación por parte del equipo de Álvarez-Cascos de que el del nuevo centro cultural de la ría de Avilés “era un proyecto condenado” y “tenían que cargárselo”. “Jamás me recibió ni el presidente del Principado, ni el consejero de Cultura ni el director general de Cultura. Nadie quiso hablar con nosotros”, desveló el que fuera responsable de uno de los equipamientos culturales con más actividad del Principado.
Según manifestó, la preocupación por la política cultural desarrollada en Asturias ha llegado hasta el neoyorquino Woody Allen, a quien trajo a Avilés en tres ocasiones. Según aseguró en la entrevista concedida a la televisión del Principado, el director de Manhattan está “sorprendido” con lo acontecido alrededor del Niemeyer como la mayoría de la población.
Además, el exdirector del Centro Niemeyer aprovechó para desmentir las acusaciones vertidas por FAC sobre una supuesta mala gestión en el espacio cultural avilesino. “Es muy fácil hacer demagogia”, opinó, “pero el Centro Niemeyer ha pasado siete auditorías. Si hubiera algún problema, estaría en los tribunales”.
Pese a la insistencia con la que Foro Asturias aseguró que el Niemeyer había supuesto en la práctica un agujero para los fondos públicos, Grueso recordó que el ambicioso poyecto cultural contaba de mano con un presupuesto “muy modesto” que comparativamente fue 20 veces menor del inicial con el que partió la Ciudad de las Artes de Valencia, y 15 veces más limitado que la cantidad con la que nació la Ciudad de la Cultura de Santiago de Compostela.
En cuando al presupuesto anual con el que contaba el Niemeyer, afirmó que era “equivalente al de una cabalgata de reyes magos”. Mimbres suficientes para transformar una ciudad que en los seis primeros meses recibió a un millón de visitantes.

La represión neoliberal


Nunca una huelga estubo mas justificada.

Estamos viendo estos días –como era de esperar- las medidas policiales represivas encaminadas a reprimir las protestas populares frente a las políticas neoliberales llevadas a cabo por el Gobierno del Partido Popular en España encaminadas a abaratar el despido y reducir los salarios, así como a lograr una disminución e incluso eliminación de la protección social. Tales medidas, sumamente impopulares, generan unas movilizaciones ciudadanas en contra del gobierno, que los aparatos represivos del Estado están intentando contener. Esta evolución de los hechos era predecible. En realidad, ocurrió en América Latina durante el periodo neoliberal. Fue entonces cuando apareció lo que también se llamaba “el problema de la deuda pública”. Los Estados se habían endeudado excesivamente y, como consecuencia, tenían dificultades en pagar su deuda. Entonces pidieron ayuda al Fondo Monetario Internacional, y tal como ha ocurrido en cada ocasión que el FMI ha intervenido en un país o en un grupo de países, esta institución condicionó la llamada ayuda a la aplicación de una enorme austeridad (es decir, grandes recortes de gasto público incluyendo el gasto público social) que permitieran a los Estados pagar los intereses de la deuda a la banca. También, predeciblemente, las poblaciones de los países cuyos gobiernos estaban siguiendo las medidas neoliberales, salieron a la calle para protestar, creando una respuesta represiva por parte de aquellos Estados. La historia de América Latina en aquel periodo es una larga serie de regímenes dictatoriales o autoritarios que reprimieron constantemente las movilizaciones sindicales y sociales que mostraban el profundo rechazo popular a tales políticas.
Un tanto semejante está ocurriendo ahora en la Unión Europea (UE). Los Estados de la UE están profundamente endeudados y tienen grandes dificultades para pagar su deuda. Tal endeudamiento en la UE respondía a causas semejantes a las ocurridas en América Latina: a las reducciones fiscales que ocurrieron en la época de bonanza y a la disminución del crecimiento económico como respuesta al enorme endeudamiento del sector privado, resultado de la disminución de las rentas del trabajo. El crecimiento del endeudamiento público en la UE ha sido, como lo fue en América Latina, consecuencia del crecimiento del endeudamiento privado. En ninguno de los dos casos, ni en América Latina entonces, ni en la Unión Europea ahora, el endeudamiento público se debía al excesivo nivel del gasto público, lo cual no fue obstáculo para que los gobiernos neoliberales, tanto en América Latina como en Europa, continuaran recortando tal gasto como medida para salir de la crisis.
Predeciblemente, tales medidas están empeorando la situación, como también ocurrió en América Latina. La respuesta de los Estados en aquel continente fue la represión frente a las protestas populares. Y cuando éstas alcanzaron dimensiones amenazantes a las estructuras del poder, la represión incluyó la disminución e incluso eliminación de las libertades e instituciones democráticas. La aplicación de las medidas de austeridad promovidas por el FMI e impuestas por los Gobiernos responsables, exigía para su propia pervivencia, la disminución, e incluso eliminación, de las libertades democráticas. Argentina, Chile, Uruguay y Brasil sufrieron dictaduras y regimenes autoritarios, conocidos por su brutalidad. Estas políticas de austeridad y represión son también las que se están llevando a cabo en muchos países de la UE, desde Grecia a Portugal, Irlanda, España e Italia. Y en Grecia no es descartable que haya de nuevo un golpe militar. Las autoridades de la Unión Europea ya han indicado su deseo de que no se realicen las elecciones programadas para este abril.
En América Latina, las movilizaciones populares forzaron cambios en las políticas públicas, que pasaron por la rotura de cada uno de cada uno de los países con la ortodoxia neoliberal exigida por el FMI. Varios de aquellos gobiernos interrumpieron el pago de los intereses de la deuda a la banca privada. Argentina, por ejemplo, dejó de pagar la deuda por tres años. Y a partir de entonces tales países intentaron establecer un bloque regional, rompiendo la dependencia del FMI. Estos son los orígenes de Mercado Común del Sur de América Latina (Mercosur), con el deseo de establecer su propio organismo económico internacional. Tal futuro no es descartable en la Unión Europea por muy poco visible que sea esta posibilidad ahora. Pero no debería olvidarse que las movilizaciones populares en América Latina consiguieron el fin de aquellas políticas y los cambios de los gobiernos que las impusieron a la población, sin que tuvieran un mandato popular, tal como está ocurriendo ahora en España.

domingo, 25 de marzo de 2012

Operación suculenta


La voracidad de la crisis aviva el seso dormido y agudiza ingenios atenazados, salvo respetables excepciones, algunas de ellas hoy mismo en dura pugna electoral. En este gran bazar donde abrevan desde la vaca más sagrada al galgo más famélico, se han ido cruzando los cables de la caja de mandos y los chispazos han provocado algún que otro incendio. Vemos con cierto estupor que en algunas plataformas de periódicos digitales puedes acceder al sorteo de un coche o de un producto informático de ultimísima generación si respondes a la pregunta de si es necesaria una huelga general en España, que viene a ser lo mismo que contestar si estás de acuerdo con la reforma laboral de Rajoy o no lo estás. Curioso asunto este de que puedas llevarte un mini por opinar sobre la dura legislación pepera, tan curioso que es inevitable preguntarse adónde irá a parar el automóvil. Cuando se habla de avivar mentes preclaras y despertar ingenios hispanos tiende nuestro subconsciente a relacionar este tipo de expresiones con asuntos de dudosa virtud. Reaparecen los grandes clásicos, como el incomprensible timo de la estampita o el acoso a domicilio de venerables ancianos solitarios. La Guardia Civil alerta de una modalidad al parecer nueva: el robo de coches a punta de panfleto. Se lleva a cabo en los aparcamientos al aire libre de grandes superficies, y consiste en colocar un papel en el vidrio trasero del automóvil con la intención de que el conductor lo vea una vez arrancado el coche, meta punto muerto, se levante para quitar la octavilla y ¡zas!, sin vehículo y sin compra, que en realidad es el auténtico objetivo del ladrón. A unos cuantos kilómetros, abandona el automóvil y se lleva las viandas.
Reaparecen también los gangs, las entrañables bandas organizadas. No hay nada como un buen plan y el trabajo en equipo para buscar el éxito. La Policía desarticuló el otro día en una acción combinada en Pontevedra, Asturias, Guipúzcoa y Sofía una banda dedicada al tráfico ¡de angulas! Compran la angula por aquí y la envían en vuelos chárter a Filipinas, vía Bulgaria. La angula es una especie protegida en la Unión Europea, así que su precio se multiplica por más de dos en el mercado asiático (de 500 a 1.300 euros aproximadamente). Negocio lucrativo donde los haya. Las angulas han sustituido a los diamantes en el tráfico serio, de guante blanco, en esta operación con nombre de tebeo de Bruguera y han abierto un mercado inusual a raíz de una protección parece que pertinente, aunque a uno le da por pensar que el ciudadano debería de estar más protegido que la angula. Por lo menos hasta el punto de poder comprobar que el mini del sorteo de la pregunta sobre la huelga general existe.