jueves, 22 de diciembre de 2011

El Disparate Económico, Rajoy se equivoca en temas esenciales


El debate de investidura no ha aclarado nada excepto las generalidades habituales. ¿Y para eso ha estado Rajoy un mes enclaustrado y en silencio? Después de haberse reunido con la créme de la créme durante semanas, tendría que haber concretado muchas cosas, y no solo dar cifras globales y además gravemente infravaloradas. Hizo una exposición brillante, de buen opositor. Rajoy siempre ha sido un buen parlamentario, el problema es que no se ha definido en nada, como le reprochaba Rosa Díez, la única que estuvo realmente a la altura, y si no lo creen vean su última réplica desde la bancada, que fue un repaso antológico a la tibieza del candidato. Le reprochaba, con toda razón, que en sus respuestas a los distintos grupos estaba de acuerdo con casi todo… Estaba de acuerdo con tantos, que era imposible estar de acuerdo con todos, porque a veces caía en contradictorias, pero ése es Rajoy en estado puro: ni frío ni caliente sino todo lo contario.
No ha aclarado si estaba a favor o en contra del mercado único, o si le daba igual que permaneciera fragmentado en 17 trozos; no ha aclarado (y eso es más grave aún) si está a favor o en contra del saqueo de España que con una desvergüenza absoluta le ha exigido Convergencia i Unió, que el lunes batió todos los records de mendacidad y miseria moral, como cuando Duran Lleida dijo que ya le gustaría que Cataluña fuera como un Estado norteamericano.
¿Pero cómo puede tener esa cara? Si fuera un Estado norteamericano, tendría una capacidad de gasto menos de la mitad de la que tiene, la bandera de España tendría que ondear en todos los edificios oficiales, y si se persiguiera la lengua del Estado e incumpliera la Constitución, habrían ido directamente a la cárcel. ¿Pero cómo se atreven a hablar de que están discriminados fiscalmente cuando su superávit comercial es más del doble de su supuesto déficit fiscal? ¿Qué pasaría si el resto de españoles decidieran no comprar productos catalanes? ¿Cómo se atreve cuando el 70% de las inversiones en Cataluña se financia con dinero que sus cajas y bancas consiguen en otras regiones española? Y luego amenaza con un choque de trenes, ¿pero qué choque de trenes Sr. Duran? Será de un tren con una vagoneta en todo caso. Pues bien, Rajoy, en lugar de ponerle firme ante sus disparatadas exigencias y sus amenazas, pues nada, a templar gaitas, que es lo suyo, y no sabemos si está a favor o en contra del saqueo de España que propone CiU.
No es de extrañar que Rosa Díez, a quien han votado 1,2 millones de españoles, 140.000 más que a CiU, aunque solo tenga cinco diputados y CiU 16 (por una ley electoral infecta que rechaza la mayoría de los españoles), le acuse de tibieza, de no saber si va o viene, y de que en una crisis política, institucional, y económica como la actual, un líder tiene que definirse, y como no se aclara y no explica lo que piensa hacer en cuestiones esenciales, no le da su voto.  Lo peor es que, en lo que sí se ha definido, la conclusión no puede ser más penosa.
Infravalora el recorte
La indignación de Rajoy no tiene pase. ¿Es que el 1,2 millones de parientes, amigos y correligionarios políticos colocados a dedo no es la mayor corrupción institucional conocida? ¿Y los 300.000 cargos de confianza? ¿Eso qué es D. Mariano? ¿La honradez y la virtud?
Para empezar, la única cifra concreta que mencionó una y otra vez, como si fuera el no va más, fue el recorte de gasto en 16.500 millones de euros, una cifra ridícula  basada en dar por ciertas las mentiras de su amigo Zapatero. En efecto, para que esa cifra fuera cierta sería necesario que el déficit de 2011 fuera del 6% del PIB y el crecimiento 2012 del 2,4%, y ambos supuestos son falsos de toda falsedad. Todos los analistas saben, y el propio Cristóbal Montoro me lo comentó hace unas semanas, que el déficit 2011 estará en torno al 8% del PIB, lo que significa que solo para cuadrar el desbarajuste de 2011 se necesitarán recortar 20.000 millones, pero luego viene 2012, donde el crecimiento no será del 2,3%, como decía su amigo Zapatero, que ahora resulta que ha hecho cosas bien pero ha cometido errores (¡para no creérselo!), sino que será entre negativo y muy negativo, lo que significa que para cumplir el objetivo de déficit, del 4,4%, lo que para Rajoy es su principal objetivo, tendrá que recortar no menos de 30.000 millones adicionales, 50.000 millones en conjunto, y eso es imposible de lograr sin un cambio del modelo de Estado, algo a lo que Rajoy y el resto de la casta política no están dispuestos ni a considerar.
Pero es que no solo ha infravalorado el recorte necesario para cumplir con el compromiso de déficit, es que además ha empezado anunciando un mayor gasto y unos menores ingresos de 13.500 millones de euros, en concreto, 3.000 millones de mayor gasto en pensiones, 9.000 millones de menores ingresos por la rebaja del Impuesto de Sociedades, y 1.500 millones de menores ingresos por la deducción por vivienda, es decir, la cifra total a la que se enfrenta realmente será, no de 50.000, sino de 63.500 millones.
Y luego ya, de aurora boreal, después de haber contemporizado con todo el mundo, sí pero no, estoy de acuerdo pero en realidad depende, se enfrenta brutalmente con Rosa Díez en dos cuestiones que son preocupación esencial de los españoles y donde, con toda su cara, niega la mayor. La primera, la corrupción política, “eso no puedo aceptárselo Sra. Díez, los políticos españoles son honrados en su inmensa mayoría”, realmente el colmo del cinismo afirmar tal cosa cuando la corrupción política o permitida por los políticos, como la de Urdangarín, es la segunda preocupación de los españoles después del paro; cuando España tiene la mayor corrupción política institucional y personal de la historia. La indignación de Rajoy no tiene pase. ¿Es que el 1,2 millones de parientes, amigos y correligionarios políticos colocados a dedo no es la mayor corrupción institucional conocida? ¿Y los 300.000 cargos de confianza? ¿Eso qué es D. Mariano? ¿La honradez y la virtud?
Y luego la corrupción personal. Tiene razón que la inmensa mayoría de los políticos son honrados, pues no más de un 5% esta en condiciones de no serlo. En un Ayuntamiento, para entendernos, pueden ser corruptos el alcalde, el concejal de urbanismo y poco más. El resto no tiene más remedio que conformarse con la honradez.  Y no tengo duda de que la mayoría son honrados, pero es que todos tenemos mil ejemplos de lo contrario, de que sin amistad o dinero bajo la mesa no se consigue la mayoría de las cosas. Lo peor de todo es que el conseguir las cosas así se ha convertido no en la excepción sino en la regla, y si no lo creen intenten conseguir permisos o contratos que supongan beneficio para el concesionario. Es algo tan obvio que negarlo es un insulto a una mayoría de ciudadanos.
La antidemocrática Ley Electoral
Y luego la Ley Electoral, una Ley absolutamente injusta y antidemocrática. Defenderla como algo excelente, diciendo que permite gobernar al PP y al PSOE, mientras los nacionalistas nos chantajean, es otro insulto a la inteligencia de los ciudadanos. Los ejemplos que puso de Gran Bretaña y Estados Unidos simplemente no se tienen en pie. En cada uno de ellos, una persona es un voto; aquí, en cambio, el voto puede valer hasta seis veces si es de un nacionalista o un separatista. Se da un plus increíble a lo enemigos de España y a Rajoy le parece perfecto. Como le dijo Rosa Díez: “Usted no tiene un problema conmigo, lo tiene con la mayoría de los españoles, incluidos los que le han votado”.
Y ahora a esperar, dice D. Mariano, que hasta marzo no estarán los Presupuestos, ergo las medidas concretas, o al menos su profundidad, no se sabrán hasta entones. Creo que está cegado por la barra libre del BCE que nos ha permitido colocar deuda en condiciones muy buenas, pero debería mirar el mundo real, su Comunidad de Valencia, totalmente quebrada, las farmacias cerradas porque ya no pueden seguir financiando más tiempo las medicinas con su dinero, sus bonos degradados a bonos basura… y para 2012 necesita 4.700 millones para pagar intereses y deuda y no tiene más que la décima parte, sus ingresos están hundidos y si el Estado no les ayuda ya mismo, tendrán que suspender pagos. Y si les ayuda, ¿cómo se lo va a explicar al resto de CCAA? El Sr. Rajoy tendrá que demostrar que sabe lo que hay hacer y que tiene la voluntad para ello. De momento, ni lo uno ni lo otro.