lunes, 15 de octubre de 2012

La diferencia entre Alemania y España



Entre las numerosas razones que explican nuestra pavorosa situación social, económica y política, hay una que sobresale sobre las demás: la falta de responsabilidad. La culpa, tan católica ella, aquí se perdon
a con facilidad o simplemente se olvida. Ni siquiera se reclama. En Alemania, ser sospechoso de plagiar una tesis doctoral es motivo suficiente como para dimitir. En España, estar imputado por robar fondos a enfermos de SIDA y niños violados no es lo bastante grave como para entregar el acta de diputado.

Por seguir con la comparación, ¿se imaginan que pasaría en Alemania si se descubriese que la actual responsable de elaborar los Presupuestos Generales del Estado falseó las cuentas públicas en su anterior trabajo, en un land alemán? Pues eso mismo ha pasado en España con Marta Fernández Currás, la secretaria de Estado de Presupuestos. Ahora trabaja con Cristóbal Montoro, antes lo hizo como consejera de Hacienda de Alberto Núñez Feijóo. Y allí, en Galicia, desplazó de forma irregular 411 millones de euros en facturas para que su señorito pudiese presumir en 2010 de cumplir con el déficit cuando no era verdad. Así lo ha dejado en evidencia un informe oficial del Consello de Contas sin que Fernández Currás ni mucho menos Feijóo hayan asumido alguna responsabilidad.

Pero lo peor no es que nadie dimita, sino que nadie lo exija. No creo que la diferencia entre Alemania y España esté en la ausencia de una moral individual, sino en la falta de una presión social que evite la impunidad. Siguiendo con Galicia, el mismo informe del Consello de Contas ha desvelado cómo se repartió ese año el dinero público entre la prensa gallega. Fueron 15 millones de euros y solo una pequeña fracción se entregó de forma transparente. La mayor parte de ese dinero se adjudicó según criterios que inducen a pensar mal (para acertar).

¿Puede una prensa subvencionada servir de contrapoder? No sé en Alemania. En España, seguro que no.

¿Por qué Alemania prefiere rescatar a España antes que a sus propios bancos?



Todos sabemos que cuando España quiso ingresar en la Unión Europea (denominada por aquel entonces Mercado Común), Alemania y los países fundadores se mostraron encantados de acogernos en su seno, pero avisándonos de que ese era un club muy selecto y teníamos que cumplir escrupulosamente sus reglas para ser aceptados.

Cuando finalmente el 1 de enero de 1986 España formalizó su adhesión, el precio que pagó para entrar fue el desmantelamiento total de su industria pesada: altos hornos, astilleros y siderurgia, que fueron sacrificados en una salvaje reconversión industrial capitaneada por Felipe González que conllevó muertos, sangre y despidos a mansalva. El peaje ya no pudo ser más alto.

En el reparto de competencias quedó claro que fabricar era cosa de Alemania, y que los españoles teníamos que conformarnos con el sol, el clima y la simpatía para atraer turistas, y como premio de consolación, con factorías de montaje que para eso poseíamos mano de obra barata en abundancia.

A partir de ahí, ¿a qué actividad económica podíamos dedicarnos?... ¿a producir botijos? … No nos habían dejado otra salida que fabricar casas, la gallina de los huevos de oro. Y desde luego si lo hubiéramos hecho ordenadamente y con cabeza, esa opción hubiera podido funcionar razonablemente bien. Pero el pelotazo, y el afán político de presumir de crecimiento, superávit de cuentas públicas y creación de empleo, acabaron con esa posibilidad, y nuestra pretendida opulencia se fue de golpe por el desagüe como un mal sueño. 1

Como los españoles no ahorrábamos lo suficiente para construir tantas viviendas como deseábamos levantar, Alemania nos prestaba el dinero que les sobraba a sus bancos, igual que ahora se muestra dispuesta a volver a prestárnoslo generosamente; en una palabra, en su bondad infinita, los alemanes nos lo financian todo, la burbuja y la crisis… ¿qué más podemos pedir?

Que Alemania rescate a España significa que le presta fondos, no para atender las necesidades de nuestro país y que fluya el crédito hacia la economía productiva y el consumo de las familias, sino para que vaya a parar a las arcas de los bancos españoles y que así éstos puedan reembolsar lo que deben a sus homólogos alemanes. Puesta la ayuda, puesta la trampa. Resulta más barato salvar al soldado Ryan que a los bancos.

¿Pero por qué no inyecta Alemania ese dinero directamente a sus bancos en peligro, en vez de entregárselo a España, si el coste es el mismo, y su destino inevitable es terminar a orillas del Rhin? ¿para qué andarse con tantos rodeos y complicar tanto las cosas? ¿sólo para marearnos y despistarnos? 2

No. La razón es mucho más simple: si Alemania rescata directamente a sus bancos, la factura tendrán que pagarla los contribuyentes alemanes, mientras que si Alemania rescata a España, la factura del salvamento de los bancos alemanes la pagaremos los contribuyentes españoles. Una diferencia abismal.

Como la deuda ofende, mejor quédatela tú, que te hace más falta. En una sociedad capitalista, toda crisis tiene que tener unos ganadores y unos perdedores, que poco o nada tienen que ver con quienes la han desencadenado. Contiendas que, como es natural, no ganan los que tienen más razón, sino los más poderosos.

La crisis constituye una oportunidad preciosa para exprimir más a los de abajo, objetivo común en el que coinciden tanto los capitalistas alemanes como los españoles, excepto en que, desde un punto de vista electoral, sacrificar a la gente y los recursos públicos para salvar a la banca privada resulta sumamente impopular, por lo que siempre es preferible que esa medida la adopten otros, y dado que los países del sur son más débiles, lo adecuado es que sean ellos los que se coman el marrón y su población la que sufra los recortes. La mejor manera de deshacerse discreta y cómodamente de la porquería propia es endiñársela al vecino si se deja. Maniobra que, en este caso, no presenta problema alguno, porque nuestros amigos teutones tienen por estos lares un chico muy aplicado, dispuesto y obediente que hace todo lo que le dictan sin rechistar.

La burbuja ha explotado, pero la deuda impagable se mantiene viva, sin embargo su estallido solo ha afectado a los ciudadanos de a pié que van a ser los chivos expiatorios de ella, cuando lo justo sería que los bancos privados españoles quebrados se nacionalizasen, y los bancos privados alemanes, que tanto contribuyeron a hinchar desmesuradamente la burbuja inmobiliaria hispánica, se cobrasen su deuda en urbanizaciones y no en dinero público.

Por el contrario, la solución que el sistema nos brinda, es más precariedad y sueldos de miseria, o paro y hambre, a elegir. El fusilamiento o la horca. Un menú apetitoso y bajo en calorías. Y es que, en esta Europa solidaria de los mercados, cada cual arrima el ascua a su sardina, descargando sus pecados y culpas sobre los demás; actitud que por cierto también imita Cataluña, revistiendo los intereses económicos de su oligarquía con un ropaje sentimental e identitario para ganar más adeptos. En cuanto a los americanos, aunque les parece estupendo que se rompa el euro, les preocupa que las disputas internas de los socios europeos pongan en peligro sus inversiones en el viejo continente y especialmente en los países del sur.

Mientras, adormecidos por el espejismo del estado de bienestar, los ciudadanos españoles hemos olvidado que la guerra de los de arriba contra los de abajo se mantiene tan pujante y feroz como el primer día, aunque los tanques de ayer se denominen hoy primas de riesgo.

domingo, 14 de octubre de 2012

Indignación y repudio mundial ha causado ...

Fernando Garcia ha compartido la publicación de CNN en Español contigo.
CNN en Español
Indignación y repudio mundial ha causado el atentado contra la niña paquistaní Malala Yousufzai, que se enfrentó al Talibán y defendió el derecho a la educación en su país:
http://on.cnn.com/OTEKd9
Ver o comentar la publicación de Fernando Garcia »



España, una claudicación


Buenos días.
Grandes bancos están tras el aumento de precios de los alimentos

¿A qué se debe el aumento de la comida en medio de los nubarrones de la economía global? Las causas son complejas y variadas, pero el diagnóstico de la FAO en julio contenía un dato clave: no había problemas a nivel de oferta y demanda.
En otras palabras, ni los factores climáticos que pueden afectar la oferta (sequías, por ejemplo), ni un súbito aumento de la demanda (como en los últimos años con China e India) explican esta disparada de los precios.
Según el WMD, en el corazón de la especulación se encuentran grandes nombres de la banca como Goldman Sachs, Morgan Stanley, Barclays, Citibank, Deutsche Bank, HSBC y JP Morgan.
Este poder de fuego de los grandes fondos financieros se ha exacerbado con la crisis económica mundial.
http://www.librered.net/?p=21628 

Entre los especuladores habrán apreciado que está el HSBC, ¿les suena de algo?
Pues eso.


Tengo el triste deber de comunicarles que por mucho que vivan ustedes, ninguno verá pagada la famosa y brutal deuda, y por tanto están condenados a vivir en penuria perpetua. Y probablemente sus hijos también.
Es una deuda impagable por mucho que nos recorten y sangren, salvo que se expropie a los ricos, y así estamos-están ustedes a expensas del capricho, conmiseración y rebaja de avaricia de los acreedores. Es mucho peor que comprar una lavadora a plazos o un piso en miles de hipotecas. Al final, a España la desahuciarán y no habrá dación en pago para recuperarla. Aquí leemos que el 35% de los trabajadores cobran el ridículo salario mínimo de 641 euros o menos y nos quedamos tan frescos. O que el 40% de los autónomos están en riesgo de pobreza y luego quieren que paguen el IVA.
Es vano y tontorrón seguir analizando y discutiendo las causas de la crisis que ha originado esta hecatombe fiduciaria. Nadie se va a responsabilizar ni por las buenas ni por las malas. De modo que se debe y hay que asumirla. Porque parece que si no lo hacemos será peor. Nos convertiríamos en apestados, como si fuéramos secesionistas, que ya lo ha dicho Rajoy que fuera de Europa solo existe la nada. Claro que también ha agregado que nos recorta no para fastidiar, puesto que es una buena persona, sino para crecer y crear empleo. Nuestros nietos se pondrán robustísimos. Toda la vida en manos y usura de acreedores sin comerlo ni beberlo. Porque es impensable la única solución racional: la condonación total de la deuda, que voluntariamente nos la perdonaran. Ellos seguirían ganando dinero y nosotros gastaríamos con más tino.
Y descartada esta entelequia, ¿de verdad que no se puede hacer nada, aparte de lo de los ricos? Pues está jodidillo. El PSOE algo, poco, podría hacer, si acaso suavizar el grado de injusticia social, pero está moribundo. El PSOE ha llegado a la perfección. A la perfección de lo inútil, quiero decir. No es de izquierda, no es de derecha, no es de centro, no es de nada. Es una sombra, una reliquia. Si se produjera el desastre en País Vasco, Galicia y Catalunya, ¿dimitiría Rubalcaba o tampoco? Tampoco. Bajo cualquier disculpa irán alargando alargando el proceso de renovación y el desastre continuará caminando hacia la extinción. Y la gente no le quiere votar masivamente a IU, no se sabe bien por qué, desconfían, en el fondo tiene miedo, la ven fuera de tiesto. Ésa es la desgracia, el PP es horrible y esquilmador, pero los otros son peores. Y no lo digo por fastidiar, como Rajoy. Además esto supera la disputa política. Esto es simplemente que España ha sido y es una estafa, una villanía económica, un país indecente de política vencida, un país de crucifixión y lenta agonía, en el que no cabe ni nos atrevemos a la emoción del riesgo de no pagar, como defienden los indignados que ayer batían sus cacerolas por las ciudades del mundo.
Me voy a echar al Gordo de la Primitiva.

Desde las últimas pérdidas imperiales España es tierra de ‘regeneracionismo’, de irredentismo y hasta de psicologías sociales… amen de fascismos varios. Pero los ‘regeneracionismos’ como productos históricos tienen fecha de caducidad. En algunos casos desde hace casi un siglo, cuando llegó el nuevo imperialismo, el yanqui, y sustituyó a los obsoletos. Si se creía haber visto lo que daba de sí el capitalismo (y el imperialismo de matriz europea) pronto se comprendió que se estaba en otro cambio de ciclo del metamórfico dominio del Capital. 

Ya no hay regeneración posible delante de la ‘cocacolización’, y esto también vale para el neo-regeneracionismo representado por los independentismos de nuevo cuño. El problema una vez más es el sistema económico, el capitalismo monopolista planetario, un sistema generador de crisis de las que hasta ahora ha ido alimentándose para sobrevivir, pero que ignora que nada es eterno, y que las campanas ya doblan por él. Solo que se hace necesario darle el empujoncito para que caiga definitivamente y no se derrumbe por inercia sobre nosotros.
"En Europa hay una especie de cortina de humo que no sólo comparten sectores de derecha sino también algunos sectores de izquierda que forman parte de regímenes socialdemócratas, que tienden a coincidir en condenar la “deriva populista” de las revoluciones populares latinoamericanas. El problema es que la socialdemocracia europea se ha acoplado al tren del neoliberalismo. En casi todos de los países europeos la socialdemocracia ha jugado no un papel opositor al modelo dominante, sino un papel de complementación al modelo dominante."