sábado, 2 de febrero de 2013

Prima el interés partidista sobre el general



 Una gran cualidad de la democracia es que los ciudadanos pueden proceder a un despido anticipado de los gobernantes que huelan demasiado mal. Tirarlos por la borda, por decirlo de una manera sutil. En Islandia lo hicieron, con políticos y banqueros que salieron ranas, y ahora les va de perlas con una primera ministra roja, lesbiana y republicana, y con un nuevo proceso constituyente para preservar de estafas y rapiñas el laborioso país. El pueblo español fue muy generoso con los actuales gobernantes, otorgándoles en las urnas un poder absolutísimo. Un plus excepcional de confianza, no por los méritos o carisma del vencedor, sino por dotarlo, como en los cuentos infantiles, de una vara mágica en tiempo de emergencia. Manos libres para hacer y deshacer. El Gobierno no entendió nada. Es costumbre en España que los poderosos confundan confianza con servilismo. No les gusta la tropa. Las élites suelen ser maleducadas. Habituadas al imperio de su voz. Con el ego em-palma-do. La confianza se malgastó en una sola dirección: deshacer, y con muy mal estilo. Llevamos un año en que no surgió ni una sola proposición constructiva, de crecimiento. La política de empleo se planteó al revés, primero despidan y después averigüen, en lugar de abrir fórmulas de reparto de trabajo. Se aprovechó la crisis para una contrarreforma integrista, se arruinó en meses la credibilidad de RTVE con propaganda estupefaciente. Se asfixió el hábitat de la cultura, de la investigación. La generosidad se transformó en paciencia. La paciencia en resignación. Hasta que hemos llegado al estupor. La sensación de vivir empantanados en esa posdictadura que es la corrupción sistémica. Cuenta Plutarco que Hierón, mandamás de Siracusa, oyó que lo criticaban por el mal olor de boca. Fue a casa y reprochó a su mujer no haberle alertado. Y ella respondió: “Yo creía que todos los hombres olían así”. Más pronto que tarde, habrá que cambiar de bocas. Por lo menos.


Estos son algunos de los serios problemas institucionales, económicos y políticos que están aflorando en España. Primero, el sector público es hoy demasiado grande para poder ser financiado con los ingresos fiscales procedentes de sus ciudadanos y empresas. Hay que luchar contra la evasión fiscal, al estar el IRPF excesivamente concentrado en los asalariados, pensionistas y autónomos y al ser la evasión del IVA todavía muy elevada.
En 2008, antes de la recesión, 18,65 millones de personas declararon por IRPF, pero solo 8.590 (el 0,046%) declararon ingresos superiores a 600.000 euros; 87.300 (el 0,47%) entre 150.000 y 600.000 euros y 677.000 (el 3,63%) entre 60.000 y 150.000 euros. Es decir, el 95,85% declaró rentas inferiores a 60.000 euros y solo el 4,15% declaró rentas superiores a 60.000 euros. En 2010, los declarantes de más de 600.000 euros cayeron a 5.189 y los de entre 150.000 y 600.000 euros a 67.744.
En 2012, la Comisión Europea ha estimado que la economía sumergida en España alcanzaba el 19,2% del PIB y otras estimaciones llegan el 25% del PIB. Esta contiene actividades productivas que evaden impuestos directos e indirectos, Seguridad Social, salarios mínimos, etcétera, contribuyendo a que nuestros ingresos por IVA sean el 5,4% del PIB frente al 7% de media de la UE.
A la sumergida hay que añadirle la ilícita, compuesta por actividades delictivas (terrorismo, contrabando de mujeres, niños, especies, órganos, drogas y armas, blanqueo de dinero, prostitución, consumo de drogas) financiadas con billetes en euros y dólares de alta denominación, cuyos propietarios no pueden ser detectados por ser al portador. Lamentablemente, en 2007, circulaban en España el 36% de todos los billetes de 500 y 200 euros de la Eurozona, cuando nuestro peso porcentual de su PIB total era del 11,9%.
Son los impuestos propios los que justifican una representación política y no al revés
Segundo, a esta corrupción privada hay que añadir la política o pública, que afecta a aquellos políticos, gobernantes y administradores públicos que abusan de su poder vendiendo bienes públicos por debajo de su valor o dando concesiones administrativas por encima de su valor, para obtener una ganancia privada o partidista.
El índice de percepción de la corrupción de Transparencia Internacional (2012) clasifica a España en el puesto 30 detrás de Chipre y de Botsuana y por delante de Portugal, cuando la gran mayoría de los países de la Eurozona están entre los 22 primeros, salvo Italia (72).
Corrupción privada y pública atañen a la inspección fiscal, Policía, Guardia Civil y también a la justicia, que siendo mayoritariamente eficiente, es excesivamente lenta, haciendo que muchos delitos prescriban antes de llegar a la Audiencia o al Supremo, incentivando a muchos delincuentes extranjeros a residir en España.
Tercero, el sector público es grande y menos eficiente que en otros países europeos al solaparse en cuatro niveles distintos de Administraciones públicas y necesita cuanto antes una profunda reorganización de sus niveles y competencias.
En 2010, el 40% de nuestros 47 millones de habitantes residía en 33 municipios de más de 100.000 habitantes, ocupando solo el 1% del territorio nacional. El 52% vivía en 83 municipios de más de 50.000 habitantes y el 68% en 252 municipios de más de 20.000 habitantes, pero existen 8.114 ayuntamientos. Siendo 168 ayuntamientos los que hacen frente a la mayoría de las demandas económicas y sociales de los ciudadanos, son las comunidades autónomas las que concentran el mayor poder de gasto, y la Administración central quien concentra el mayor poder de ingreso.
También en 2010, el mayor gasto del Estado lo hacían las autonomías (35% del total y 16% del PIB), seguidas de la Seguridad Social (32% del total y 14% del PIB), de la Administración central (20% del total y 9% del PIB) y de los ayuntamientos (13% del total y 6% del PIB). El mayor ingreso lo recaudaba la Administración central (37% del total y 13% del PIB), seguida de la Seguridad Social (33% del total y 12% del PIB), las autonomías (19% del total y 7% del PIB) y los ayuntamientos (11% del total y 4% del PIB).
Patronales y sindicatos son en parte responsables de los desmesurados niveles de paro
Esta asignación territorial de ingresos y gastos debe modificarse para que los servicios de las Administraciones públicas estén más cerca de las demandas de los ciudadanos y para que cada Administración, especialmente las autonómicas, intente mejorar sus propios ingresos fiscales recaudándolos de sus propios ciudadanos, en lugar de vivir solamente de las transferencias de la Administración central, sin recaudar incluso impuestos cedidos. Son los impuestos los que justifican una representación política y no al revés.
El número de empresas públicas, especialmente autonómicas y municipales, es desproporcionado y mayoritariamente en pérdidas, siendo algunas más un sistema de generación de nóminas y dietas, de colocación de políticos y de captura de rentas que un medio eficaz de enfrentar necesidades económicas. Han proliferado las televisiones autonómicas, financieramente insostenibles, perdiendo 1.600 millones en 2011.
Cuarto, en los partidos políticos ha comenzado a primar el interés partidista sobre el general. No han invertido recursos suficientes para mejorar la excelencia en aquellos factores de producción intangibles (educación, formación, investigación, desarrollo, innovación y tecnología) que generan ya la mayoría del crecimiento de las economías avanzadas. Muchos Gobiernos autónomos y locales han primado la inversión en bienes tangibles, como suelo, construcción y vivienda, porque, entre otras razones, podían llegar a generar una apropiación de rentas al ser contratadas o conceder sus permisos.
Durante más de dos siglos, las cajas de ahorro han sido fundamentales para financiar el desarrollo local, provincial y regional español, mientras sus obras sociales aportaban servicios públicos necesarios. La Ley de Órganos Rectores de las Cajas de 1985 intentó “democratizar” sus órganos de gobierno, obligando a que en sus asambleas estuviesen presentes representantes de corporaciones municipales y provinciales, impositores, empleados y la corporación fundadora. Finalmente, la mayoría de miembros de sus asambleas, consejos y obras sociales han terminado siendo políticos y representantes sindicales.
El resultado final es que de 46 cajas existentes en 2009, hoy solo quedan 11 bancos de cajas, 3 de ellos nacionalizados agrupando 12 cajas, y 2 cajas pequeñas. Excluyendo aquellas Cajas cuyos directores rechazaron determinados deseos de sus presidentes y consejos (logrando mantenerse en sus puestos) muchas han terminado quebrando, siendo fusionadas o compradas. Durante la burbuja, las cajas aumentaron un 25% sus sucursales y un 27% su personal, mientras los bancos los reducían en un 5%.
Quinto, en los interlocutores sociales, patronales y sindicatos, parte fundamental de la sociedad civil, también prima su interés corporativo. Han sido, en buena parte, responsables de nuestros desmesurados niveles de paro, al no ponerse de acuerdo, oponerse o impedir varias reformas laborales. España es líder de la UE con 6.000 convenios colectivos, mayoritariamente provinciales que, hasta la reciente reforma laboral, han provocado cierres masivos de pymes en cada recesión.
En lugar de organizarse a nivel sectorial y nacional, como en la mayoría de la UE, lo están también a nivel regional y provincial e incluso local, creando organizaciones excesivamente grandes y costosas para su actividad real. Además, cada uno recibe cientos de millones de euros anuales de subvenciones procedentes de la cuota de Formación Profesional y del Fondo Social Europeo, para facilitar la formación profesional continua.
A pesar de recibir elevadas subvenciones públicas, los sindicatos no publican todavía cuentas auditadas por auditores independientes y la CEOE por vez primera ha publicado este año las de 2011. En 2001, una inspección del FORCEM por el Fondo Social Europeo mostró que una parte de sus subvenciones no había sido invertida en formación profesional continua, exigiendo su devolución.
Para cambiar cuanto antes el rumbo de estas graves y nocivas tendencias, la débil sociedad civil española debe reorganizarse y los dos grandes partidos políticos deben promover, conjuntamente, cambios legislativos y constitucionales.

La crisis española, caracterizada por una elevada corrupción, economía sumergida, ineficiencia del sector público y desequilibrios territoriales, debe combatirse con cambios legislativos y constitucionales pactados



DE PELOTAZO EN PELOTAZO NO SE PARA ANTE NADIE...




EL EXPOLIO NO TIENE LÍMITES... 

La entrada en la Unión Europea y el cumplimiento de las condiciones exigidas, obligó a abrazar el dogma neoliberal, no sin gran alegría y alborozo. Las empresas públicas se empezaron a privatizar en pos de la competitividad, productividad, eficiencia, eficacia, racionalidad, modernización y, un amplio etcétera de parabienes. Era necesario entregar las empresas públicas – lo próximo serían los servicios públicos y las pensiones – a la mayor profesionalidad de la iniciativa privada. La realidad fue bien distinta. Las empresas públicas fueron privatizadas en beneficio de los grupos de poder y sus esbirros, léase, políticos o tecnócratas. Las desigualdades de por sí amplias se dispararon nuevamente...


EL DOBLE RASERO DEL ESTADO CACIQUIL... 

La cuestión es que Mariano Rajoy está quemado. Ha cumplido su función, pero la situación de España es gravísima y ya no tiene credibilidad para seguir con las reformas que se van a implementar. Por supuesto, las reformas deben continuar – al ritmo de “Show must go on” – y el próximo presidente de España inevitablemente vendrá impuesto desde la Unión Europea o con su visto bueno. Un político o un tecnócrata, pero ambos serviles a los poderes financieros. Un próximo presidente que seguirá con las reformas impuestas desde Europa ¿Quién puede ser cuando desde Cospedal a Acebes, Rato, Mayor Oreja, Trillo, Arenas o Álvarez Cascos – que se presentó con un nuevo engendro político como alternativa al bipartidismo tras perder el poder en el suyo propio – están manchados de arriba abajo o cuando el gobierno al completo está quemado o cuando los líderes autonómicos están desahuciados o cuando el principal partido de la oposición va a la deriva dando más pena que miedo? En un país como éste, donde algunos políticos opinan que las urnas borran las faltas y los delitos propios, todo es posible...


LOS DELINCUENTES ESTÁN FUERA, EN LA CALLE...

... el prototipo de los empresarios que prosperan. Amigos de los políticos a los que financian para que luego éstos les den negocios y contratos públicos. O mejor créditos millonarios mediante Caja Madrid, que funcionaba como su caja particular. Almas caritativas que desean la pérdida absoluta de los derechos de los trabajadores. Esos mismos empresarios que como Florentino Pérez – antiguo político de UCD y reconocido franquista – reciben créditos ventajosos, recalificaciones de terrenos o sobreprecios a cargo de las arcas públicas. Esos son los empresarios – dueños de OHL, Unión Fenosa, ACS, FCC, Ploder, Sacyr, Hispánica y, muchos más que no salen – que al albur de la burbuja inmobiliaria se enriquecieron y, ahora, quieren quedarse con los hospitales, las carreteras, todos los servicios públicos, etc. Porque el problema de la deuda es privado. Han gastado miles de millones en favorecerse y repartirse prebendas..


NADA TIENE QUE DECIR: ES MEJOR COBRAR SOBRES EN SILENCIO...

¡Sálvese quien pueda!

Esta parece ser la máxima entre todos los valedores y miembros del Partido Popular. Con el partido en caída libre en las encuestas de intención de voto lastrado por la mentira, el enchufismo y unas reformas desacreditadas que castigan a la sociedad española en general, empiezan a producirse movimientos de importancia para lograr suceder al actual presidente del gobierno que parece haber sido simplemente un mero “ninot” en la primera ronda de “reformas estructurales”, estando ya amortizado. Es aquí donde aparecen Esperanza Aguirre y, por ahora, su fiel escudero Pedro J. Ramírez, maniobrando para descabalgar al actual presidente del gobierno cuando se encuentra en una posición de absoluta debilidad... 


PATROCINANDO EL EXPOLIO SANITARIO...

Como todas nuestras empresas, la sanidad va a acabar en manos de los delincuentes de siempre...

... los caballos de Troya infiltrados en la administración pública, yendo contra el interés de sus ciudadanos han conseguido descapitalizar el Estado español hasta límites insospechados. Han vendido el patrimonio público a precio de saldo a las mismas personas que les sostienen entre bambalinas. Su actuación está marcada por el tráfico de influencias, la prevaricación, el conflicto de intereses, el soborno, el engaño, la deshonestidad, ilegalidades e inmoralidades sinfín. Pero, para hacer esto, no han estado solos. Han contado con el apoyo de los grandes medios de comunicación, muchos profesores universitarios y pseudoexpertos deshonestos. Antes, han debido crear el marco conceptual – valiéndose de las grandes sumas de dinero que habían puesto a su disposición sus señores – para perpetrar el saqueo de las arcas públicas. No han tenido ni tienen la más mínima vergüenza, pizca de honradez u honestidad. Ni buen gobierno ni conflicto de intereses. Unas acciones que nos han llevado a la quiebra como país..


ESTÁ TEMBLANDO EL POBRE, COMO COSPEDAL: NO SABEN DONDE METERSE...

Nos roban, mientras nos saquean. Que curioso...

Las medidas son claras. En ellas no hay buena voluntad. Éstas permiten que las grandes fortunas y empresas evadan – mediante diversas figuras tributarias y la dejación del Estado – y puedan beneficiarse de los menores derechos de los trabajadores. Ni se sonrojan cuando con una mano amnistían fiscalmente a los grandes delincuentes cientos de miles de millones y con la otra quitan derechos a los ciudadanos, la Constitución es pisoteada y la Ley burlada. Por tanto, sí hay elección a la pérdida de derechos laborales, a la bajada de salarios, a la reducción de las pensiones, a los ‘tarifazos, tasazos y repagos’ en los servicios públicos y esenciales, al abandono de los enfermos y los dependientes, al repago en las medicinas, al retraso en la edad de jubilación – parece que quieren hacer coincidir la edad de jubilación con la muerte – etc.


DE PELOTAZO EN PELOTAZO NO SE PARA ANTE NADIE...

... Así es Esperanza Aguirre, no se deja amedrentar ni arrebatar lo que cree que es suyo por derecho natural. Ya lo probó el “hijo puta” en sus propias carnes cuando le arrebató Caja Madrid para luego quebrarla en la orgía del “pladur”. Esa Caja Madrid donde su amigo Gerardo Díaz Ferrán podía otorgarse un crédito para comprar un Ferrari, mientras sus empresas ya estaban quebradas. Al calor del ladrillo y las recalificaciones pegó un pelotazo con el AVE a Guadalajara por valor de 48 millones de euros, otro en Villanueva de la Cañada de 2,1 millones por medio de un tío suyo y otro más familiar en Tres Cantos por 8 millones. Se mancharon por ella sus compañeros de partido, pero a ella no le cayó ni una mota en esta trayectoria de corruptelas e impunidad...

martes, 29 de enero de 2013

-¿Qué te pasa, Emilia? -Que esto es una mierda.




Sobre las dotes visionarias de ciertos jefes de periódico ("tengo unas ganas de que se pase la moda ésta de internet", vaticinó uno), o sobre la plaga creciente de 'tuiteros' que escribe "soy muy fan" a cuento de cualquier cosa. Por escribir algo.
Pero ocurre lo mismo que cuando pones el pie en la calle jubiloso y lo primero que te ocurre -chof- es que pisas una mierda de perro: esto es, tratas de olvidarlo, pero hay algo en el ambiente que hace que el asunto esté ahí el resto del día.
Aspiren, espiren... El olor es bien conocido y tiene todo el tufo de los absolutismos decimonónicos. En tiempos de crisis, nos da en la nariz la Justicia y huele lo de los indultos. La crisis moral, los albañales y ahora esta mierda: en España estamos de ella hasta el cuello.
Hay justicia de cuello blanco y justicia de puño gris. Hay justicia de cinco tenedores y justicia de 'tupperware'. Hay justicia de alta costura y justicia de trapillo y sabañón.
Cómo estará la cosa, que es la tercera vez (ya nos vale) que citamos aquí a Anatole France: "La Ley, en su magnífica ecuanimidad, prohibe, tanto al rico como al pobre, dormir bajo los puentes, mendigar por las calles y robar pan".
 Aquí se indulta a Alfredo Sáez, vicepresidente y consejero delegado del Santander, pongamos, pero se mantiene 36 años preso a un yonqui que cometió delitos menores. Aquí se otorga el perdón a dos condenados que desviaron fondos públicos en el 'caso Treball'; a un 'kamikaze' cuya defensa judicial corre a cargo de un despacho que tiene en nómina al hijo del ministro; a dos militares que falsearon la identidad de los fallecidos en el Yak 42; a cuatro ediles de Málaga que se lucraron dando licencias urbanísticas ilegales; a políticos varios de Cáceres que, a cambio de 3.000 euros, vendían falsos permisos de trabajo a unos 'sin papeles'.
Aquí se apaña todo esto y más (perdonen el desahogo catastrofista). Pero no hay indulto para una madre -29 años, huérfana desde los siete, en estado de necesidad, maltratada por dos parejas distintas y con tres hijas- que allá por 2007 se llevó pañales y comida por valor de 193 euros con un tarjeta ajena.
"Mi tío se ha ofrecido a quedarse con las dos mayores, de nueve y siete años. Su padre se hará cargo de la pequeña de tres", musitaba este domingo Emilia Soria, que en febrero entrará en prisión. "Una me dice: 'Ma, no queremos que te vayas'. La otra tiene una fijación: 'Ma, ¿y allí te puedes duchar?'".
Uno querría escribir sobre lo de "la raqueta partida en dios". Sobre lo del "soy muy fan". En torno a internet y las bolas de cristal en los periódicos.
Pero sales a la calle, ves llorar y chof.
-¿Qué te pasa, Emilia?
-Que esto es una mierda.

Aqui nos siguen engañando como a chinos, perdon, como a hispanos (que está de moda). Para empezar no solo 300 politicos corruptos, lo que hay es 300 a los que se les ha pillado, por lo tanto, hay muchos miles,lo que pasa es que no se les pilla con las manos en lamasa, en la mesa y en la caja. Para empezar, quien hizo la ley, hizo la trampa, asi que como van a ir a la carcel, cuando está todo amañado??? Un juez,si quiere ascender en el Ministerio de Justicia, ¿ se vá a cepillar a un politico??? Respuesta NO, porque no va a ascender ni de coña. Por ello, si no hay independencia judicial (queya se encargaron de quitarla los sociatas), no hay nada. Segundo, Los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad,que son utilizados para investigar según conveniencias politicas y dependiendo de quien gobierne (muy utilizado por los sociatas). Y por ultimo y mas imortante, mientras la politica no sea una cuestión de vocacion,y sí de muy buena remuneración, no habrá solución. Los politicos de hoy en dia no han trabajado en nada y solo viven de eso,de la teta del Estado.
Lamentablemente estoy seguro de que en el caso más optimista (que haya condena de los corruptos) la sentencia se va a dilatar indefinidamente y será benigna al máximo. El desenlace del caso Pallerols, citado por la Sra. Tardón, es un exponente claro de ello. Tarda en dilucidarse 17 años, lo que recuerda aquello de que la justicia lenta no es justicia y, además, impone a los delincuentes unas penas de cárcel cuidadosamente estudiadas para que no se vean obligados a ingresar en prisión, lo cual para el ciudadano de a pie es incomprensible y escandaloso, ya que la diferencia entre las penas solicitadas por el fiscal y las realmente aplicadas es abismal. ¿Cómo puede producirse esa diferencia?. En definitiva, los corruptos devuelven el dinero robado y se acabó su responsabilidad. No creo que este desenlace permita albergar esperanzas de que en un futuro las cosas serán distintas. Encima, con argucias de leguleyo, Durán, incumpliendo su palabra no dimite, con lo que tampoco hay responsabilidades políticas. Una delicia todo.

En estos días resulta difícil cruzar más de dos frases con alguien sin que surja, casi de forma imperiosa, inevitable, el tema más enojoso, la palabra más aborrecida: los que se aprovechan de los cargos públicos para enriquecerse, la corrupción en sus más variadas formas.
            Ya iba siendo hora, cabría decir, en primer lugar. Hasta hace muy poquito, uno de los lugares comunes, casi un axioma, entre los politólogos y comentaristas mejor informados era el de que la corrupción no restaba votos.
            Y parecían tener razón, a juzgar por los resultados electorales destacables de algunas personas que se presentaron como candidatos estando, ya, incluso, imputados en causas por delitos relacionados con la corrupción.
            Quizás es que haya caído la gota que colmó el vaso. O será por la situación económica que atravesamos, que está imponiendo tan duros sacrificios para la mayoría de los ciudadanos. A lo mejor es una mezcla de todo ello y puede que de alguna cosa más.
            Pero lo que sí parece cierto es que la indignación no va a permitir, más, que los corruptos queden impunes. Ni que los responsables de que alguien se enriquezca a costa del dinero y los bienes públicos, puedan seguir gestionando los recursos de todos, como si no hubiera pasado nada.
            Hasta ahora, cada nuevo escándalo de corrupción política se ha venido saldando con un puñado de declaraciones retóricas. Entrecruce de reproches por parte de los distintos partidos políticos. El consabido "y tú mas" en los escasos debates que la cuestión suscite...y así hasta el episodio siguiente.
            Y mientras tanto, en los procedimientos penales abiertos en cada caso, –desaparecido el primer fogonazo informativo- ahí se quedan los Juzgados solitarios, intentando desentrañar, lenta y trabajosamente, las tramas más elaboradas, intrincadas e internacionalizadas. Los hechos que en ese largo y tortuoso proceso vayan pudiendo precisarse. Qué se cobró, por quién y cómo, y, sobre todo, dónde ha ido a parar el dinero.
            Ya resulta bastante complejo investigar delitos en los que se conjugan el fraude, los contratos ficticios, las organizaciones con un objeto lícito aparente, con parte de hechos y disposiciones realizadas fuera del territorio español. Si a ello se añade que las personas investigadas gozan de poder político, social o económico, la dificultad se multiplica de forma exponencial.
            Las conductas delictivas en que se traduce la corrupción, o forman parte de una estructura organizativa creada a propósito para obtener una financiación ilícita e irregular de los partidos políticos que la integran, o se lleva a cabo por personas que, dentro de ellos, se aprovechan de la opacidad o la falta de control en su funcionamiento.
            Por eso, aún con distintas intensidades y diferentes matices, la colaboración de los partidos políticos o de los Gobiernos a los que pertenezcan los cargos que aparecen implicados en un supuesto de corrupción no siempre es la más adecuada.
En no pocas ocasiones se sienten y hasta se declaran perseguidos; se revuelven contra aquéllos que han aflorado e investigan los hechos delictivos: los policías, los jueces, los fiscales...Intentan ver en ello el contubernio, la conspiración, la ideología o las posibles relaciones de unos y otros que justifiquen que se les investigue, precisamente, a ellos.
Da igual, entonces, que la razón y el sentido de la decencia dicten que el interés de todos está en perseguir y castigar a los corruptos. Y que quienes debieran prestar mayor colaboración son los partidos políticos de los que, precisamente, se valieron para cometer sus delitos.
Porque, aunque declaren que aclararán los hechos "hasta sus últimas consecuencias", y añadan, en expresión que parece haber hecho fortuna últimamente "caiga quien caiga", no se conoce que a la hora de facilitar datos, papeles, cuentas o cualquiera otra información de interés, la disposición a colaborar con las distintas investigaciones judiciales haya cambiado de forma sustancial.
Y así, hemos visto que -como sucediera hace ya muchos años con otros papeles y con otras causas- la Juez que investiga a políticos del PSOE, por los fraudes en los ERES andaluces, tuvo que acudir al Tribunal Supremo para que la Junta le facilitara las actas de gobierno que necesitaba para aclarar extremos de interés en la investigación.
También que han hecho falta más de cuatro años, varios jueces instruyendo, y más de treinta comisiones rogatorias efectuadas a distintos países, para descubrir las cuentas que tenían en el extranjero algunos políticos y ex altos cargos del PP, junto con algunos empresarios relacionados-imputados en la causa sobre la trama Gurtel.
O que han tenido que transcurrir diecisiete largos años para que se pusiera fin al caso Pallerols, con el dictado de una sentencia de conformidad, además, -muy beneficiosa para los penados, favorecidos, precisamente por la dilación extraordinaria en la tramitación de la causa- en que se declara que UDC recibió cantidades de dinero desviadas de las subvenciones europeas para los cursos de formación.
Pero esa situación podría cambiar, y mucho, si esa colaboración que los partidos políticos invocan se tradujera en una conducta más activa y colaboradora. Si se comprometen real y materialmente, aportando los datos y los documentos que puedan ayudar a jueces y fiscales a esclarecer los delitos. Porque entonces, y por muy hábiles que sean sus tramas delictivas, será mucho más eficaz la lucha contra los corruptos, cercados, entonces, por todas las instituciones, y desprovistos de cualquier posible cobijo "oficial" en que esconderse.
La corrupción política, dada la proporción que ha alcanzado, y la demostrada falta de diligencia real al perseguirla,  no puede ya soslayarse con una mera declaración de principios y/o el anuncio de un pacto entre partidos.
El único pacto posible hoy es el que conduzca a un cambio radical de las leyes y las prácticas que restablezca controles que se han ido eliminando e impongan la absoluta trasparencia en las actuaciones de cualquier Administración.
Y que quienes tengan alguna implicación o responsabilidad ayuden, de verdad, a que se esclarezcan y enjuicien los hechos que hoy se están investigando en las distintas causas, y denuncien, además todas las ilegalidades de que puedan tener conocimiento.
Porque si no se castiga a los culpables, el reproche lo terminaremos pagando todos. Las instituciones y hasta el propio crédito de un sistema que, con todas sus imperfecciones, es el sostén de la democracia. 

domingo, 27 de enero de 2013

¿Por dónde estallará nuestro magnífico desorden?



¿Por dónde estallará nuestro magnífico desorden? 

Una política anticrisis alternativa que no incluya una clara posición antibelicista y antimilitarista estará coja desde su inicio

La estabilidad económica y militar del mundo reposa sobre bases muy frágiles. La crisis global empuja a las naciones hacia el recurso militar. Eso es tan viejo como la humanidad y la pregunta de si la actual crisis desembocará en una gran guerra no tiene nada de excéntrica. La cuestión puede formularse al revés: un conflicto militar de envergadura podría ser desencadenante de una fase muy superior de general hundimiento económico, el “big bang” de una crisis económica mundial. Tenemos dos escenarios servidos.

Uno en el Mediterráneo Oriental, que apunta hacia Irán y el Golfo Pérsico. El otro en Asia Oriental, con un cerco militar contra China. En ambos escenarios se está jugando con fuego.

En el Mediterráneo Oriental, desde el norte de África hasta Oriente Medio, tenemos una considerable concentración de países que atraviesan crisis muy diferentes pero todas ellas profundas.

En Libia la intervención occidental ha dejado un país fragmentado cuyas chispas han prendido en Mali. En Egipto la revuelta civil continua porque ninguna de las grandes cuestiones que planteó se han resuelto. En Grecia la política alemana está destruyendo una sociedad a la que se empuja a la revuelta. En Chipre, otro miembro de la Unión Europea en crisis, la decisión de explotar reservas marítimas de gas con ayuda israelí es discutida por Turquía, reavivando las antiguas tensiones militares entre turcos y griegos. Y todo eso no es nada comparado con la guerra civil siria.

Fomentado por occidente y los países árabes integristas amigos, con armas, dinero y propaganda, la guerra civil de Siria tiene como principal problema un frente de potencias occidentales y monarquías integristas reaccionarias del Golfo que se opone enérgicamente a cualquier acción diplomática y está decidido a un cambio de régimen.

El conflicto de Siria lanza desestabilizadoras fracturas, étnicas y religiosas, hacia todo su entorno, desde Líbano, hasta Turquía, pasando por Jordania. El principal problema del régimen de el Azad, es, sin embargo, ser aliado de Irán.

La presunta ambición nuclear de Irán es, contemplada históricamente, una lógica reacción al hecho nuclear israelí, y al doble rasero con el que las grandes potencias nucleares pisotean el acuerdo de no proliferación (NPT) de 1968. Es también reacción a la sistemática negación de la antigua propuesta, de Egipto, Irán y otros, de crear una zona libre de armas de destrucción masiva en Oriente Medio, a la que Washington, por no hablar de Israel, se opone activamente. El “problema nuclear iraní” sirve también para diluir la ignominia palestina, paradigma de cuestión colonial en el siglo XXI que inflama el demencial “conflicto de civilizaciones”.

El segundo escenario es el de Asia Oriental, particularmente desde que Obama anunciara, en noviembre de 2011, su reforzada atención militar allá. Existe un riesgo de conflicto que tiene a China como objetivo.

Durante muchos años la política de Pekín estuvo presidida por el principio que Deng Xiaoping formuló en los noventa, la necesidad de ser prudentes y humildes en política exterior para no malograr el gran objetivo estratégico de la nación, su modernización y desarrollo. Ese era también el relleno de la doctrina de la “pacífica emergencia de China” de Hu Jintao. Las cosas han cambiado por la extrema necesidad energética de China, de la que depende el propio objetivo estratégico de Pekín: sin rutas libres y despejadas en los océanos índico y pacífico del sur, así como en los estrechos de Indonesia, no hay perspectiva posible de mantener el crematístico desarrollo chino tal como está planteado.

Ahí es donde el fortalecimiento del cerco aeronaval a China propugnado por Obama, con el fortalecimiento de las alianzas antichinas en la región, las ventas de armas a Taiwán y el pulso naval y aéreo entre China y Japón por las islas en disputa, así como el siempre abierto escenario de un cambio de régimen en Corea del Norte y el apoyo de Washington a las reivindicaciones territoriales de Vietnam y Filipinas contra China, colocan a Pekín en una situación nueva.

China está dejando claro que no va a permitir dejarse encerrar en una esquina y los tonos que sus políticos militares y medios de comunicación están lanzando ya son muy diferentes de los de hace pocos años. Cualquier día la chispa de un incidente con Japón alrededor de las islas del Mar de China Oriental puede dar lugar a un serio conflicto.

Cualquier conflicto militar de envergadura, sea en el Mediterráneo Oriental y Oriente Medio, en un arco que va desde Grecia hasta Irán, pasando por Siria, sea en Asia Oriental, desde la península coreana, hasta Vietnam y Filipinas, con el pleito chino-japonés por las islas como detonante, supondría un golpe definitivo a la economía global.

En el mundo de hoy, con sus grandes flujos económicos internacionales, todo está interrelacionado. Es en China donde la industria del automóvil alemana, y la exportación germana en general, está salvando estos días sus balances. Cualquier hundimiento comercial en Europa sería fatal para China y viceversa. Algo parecido puede decirse de Estados Unidos. En este sentido es inaudito el desinterés que el análisis y seguimiento de la crisis económica demuestra hacia los temas militares, ignorando las estrechas relaciones existentes entre ambos vectores.

Hoy más que nunca, la pregunta ¿por donde estallará militarmente la actual crisis económica? es muy pertinente. Por eso, una política anticrisis alternativa que no incluya una perspectiva profundamente antibelicista y antimilitarista estará coja desde su inicio.