lunes, 22 de abril de 2013

La pobreza de España ( Mejor votar a Grillo )




El número de hogares con todos sus miembros en paro se ha elevado hasta niveles insoportables y cada vez son más los parados de larga duración que pierden todo tipo de subsidio. Sin embargo, aunque el Gobierno del PP ha prorrogado el Plan Prepara debido a la presión social, incluirá modificaciones sustanciales que limitarán el acceso de los parados a dichas ayudas en función de su colchón familiar.
Así, la renta de todo el núcleo familiar (padres inclusive) servirá para determinar si se tiene derecho a recibir una ayuda que sube a 450 euros para los parados de larga duración que tengan al menos tres familiares a su cargo, estableciéndose el listón en los 481 euros mensuales por cada miembro de la unidad familiar, quedando descartado todo solicitante que sobrepase dicha cifra.
La Renta Mínima de Inserción (RMI) es una ayuda pública para personas que no tienen recursos suficientes para atender las necesidades más básicas y que por tanto se encuentran en situación de riesgo. Según el Consejo Económico y Social, 422.600 hogares viven gracias a la pensión de los abuelos y que, a pesar de su exigüidad, constituye hoy por hoy el último salvavidas de los restos del naufragio económico español. La posible congelación de las pensiones para ejercicios posteriores contribuirá a reducir el grosor del colchón familiar y elevar el riesgo de pobreza.
En el último informe de Intermón Oxfam sobre Crisis, desigualdad y pobreza, se advierte que de continuar los recortes sociales, la pobreza en España podría llegar a afectar al 40% de la población en el horizonte de la próxima década (en la actualidad, según esta ONG, la tasa de pobreza se situaría en el 27% de la población y afectaría ya a 13 millones de personas)
Yo habría votado a Grillo si hubiera podido. Y más ahora que observo desde la, es cierto, cómoda distancia del Mediterráneo que no está cediendo a la tentación de pactar un arreglo que parchee miserablemente las deficiencias de un sistema irracional. Admito que el papel de líder carismático y omnipresente de Beppe Grillo no despierta mis simpatías, pero ha servido de detonador necesario, y finalmente está resultando útil.
No soy ningún suicida incendiario. Deseo que la gente deje de sufrir de una vez y que se acaben nuestras penalidades sociales, y entiendo que eso no va a ocurrir sin que tomemos la purga de Benito y aceptemos medidas muy dolorosas. A lo que no estoy dispuesto es a que todos estos sacrificios sirvan para remendar el saco con el que nos están robando siempre los mismos. Los grandes beneficiarios de esta organización tan injusta (políticos, banqueros, especialistas…) nos repiten que esta es la única manera de arreglar las cosas, pero sus argumentos serían mucho más fáciles de asumir si viéramos que sudan y sufren como el resto de la población. Todos sus movimientos, sin embargo, van en la dirección contraria.
Los representantes que ha obtenido el Movimiento 5 Estrellas deben resistir la presión y exigir que las medidas que se adopten impidan que todo vuelva a ser como era antes. Y en España deberíamos conseguir organizarnos para tumbar de una vez este cambalache

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