jueves, 25 de abril de 2013

Dicho de otro modo, vienen a por nosotros.




Las que siguen son las noticias de un día cualquiera, de ayer, de hoy, de mañana.
“Cospedal retirará el oxígeno a los enfermos domiciliarios para ahorrar.” “La FAES asegura que “los niños andaluces han comido por encima de sus posibilidades”. “Merkel reclama la cesión a Europa de parte de las soberanías nacionales.” “La Iglesia va más allá de la injerencia, está dando instrucciones al Gobierno” “El presidente de Nestlé cree que el agua no es un derecho, que debería tener un valor de mercado y ser privatizada.”
Creo que no somos absolutamente conscientes del momento que vivimos en nuestro país y en el planeta.
El más feroz capitalismo, la enajenada vuelta a los regímenes de autoridad, el completo desprecio a la persona y el vacío absoluto a los débiles y enfermos.
En un sólo día se dan esas muestras. La jerarquía eclesiástica, de espaldas a la inmensa pobreza y las crecientes necesidades sociales, se ocupa de la moral –ellos, que tienen infectada su estructura mundial de pederastas- del aborto y de las bodas gays, y quiere imponerse y legislar sobre ello, con la aquiescencia de sus lacayos y “mandados” de un gobierno sin dignidad.
La presidenta de una Comunidad Autónoma lleva a la “eutanasia política” por un mal asumido principio de austeridad. Una Fundación de Estudios, subvencionada con fondos públicos, concluye uno de sus “trabajos” con que “el problema de los niños andaluces es que comen mucho”, que a lo mejor con una comida al día les bastaba. La nueva “fürher” ya pide sin menoscabo la asunción por “Europa” (ella misma) de las soberanías nacionales de los estados pobres. Y el presidente de una de las multinacionales más esclavistas del planeta se pronuncia sin vergüenza alguna por la privatización y comercialización del agua.
Abiertamente, nos quieren pobres y esclavos, hambrientos y adoctrinados, mandados por una mitra o una loca del brazo en alto, sin derecho al aire ni al agua.
Expertos en el conocimiento del “Club de Bilderberg” dice que uno de los asuntos tratados en las últimas reuniones, -con la Reina Sofía presente- pudo ser el “exceso de población de mundial” y su reducción de los ocho mil millones de habitantes actuales del planeta a no más de un millar.
¿Cómo? Con políticas neoliberales como las que se están aplicando, la desaparición de ancianos, enfermos, la difusión artificial de enfermedades de laboratorio, tipo Sida, y las guerras. Ya realizadas las de Irak y Libia. En marcha la de Siria e inminentes las de Corea e Irán.
Dicho de otro modo, vienen a por nosotros. La nueva física, la nueva ideología, la nueva economía son, pura y simplemente, el antiguo nazismo, el de verdad, no el de Cospedal.
Esta es la frontera fatal a la que ha llegado el mundo
 Estamos en situación de ‘legítima defensa’ contra el expolio inmisericorde al que nos someten los poderes económicos y sus lacayos, los (poderes) políticos, bajo la bendición de los (poderes)’ espirituales’.

¿Y cómo articular esa legítima defensa? Ah, yo también estoy lleno de dudas. Y es posible que estas dudas me lleven a contracorriente. Ahí van: ¿Es tiempo de revoluciones? ¿O solo damos para revueltas, o para rebeliones? La acción propuesta por la Plataforma En Pie apunta a la primera pero mucho me temo que solo llegue a la segunda sin alcanzar siquiera la tercera… 

Pienso que hay algo tan jodido como ‘no hacer nada’, y es hacer ‘algo’ a destiempo y sin contar con los medios necesarios para alcanzar los objetivos, un ‘algo’ basado en el voluntarismo minoritario del movimiento. 

¿De verdad alguien cree, a estas alturas, sin el consenso de muchas plataformas y organizaciones afines, con el ‘ambientazo’ todavía cauteloso, por no llamarlo miedoso, de amplias capas de la población sufriente, que es posible conseguir ni tan solo uno solo de sus objetivos, por no hablar de lo desmesurado del ‘programa’? 

Tengo la sensación de que las gentes de En Pie se quedaron con las ganas de más ‘marcha’ el pasado 25-S y proponen la ‘toma del poder’ este 25-A para revertir su impotencia. Pero la consecuencia de esta convocatoria ‘súper-ambiciosa’ y no sustentada en el auge del movimiento contestatario puede ser más que un error, puede provocar un 'horror' de represión, de amedrentamiento, de derrotismo en definitiva cuando lo urgente y necesario, en mi opinión, es aglutinar fuerzas, recuperar espacios y consolidar unas y otros.

Dicho todo esto, consciente de que la moneda ya está en el aire, pienso que pese a todo hay que ir a la convocatoria aunque solo sea para dar testimonio del estado de ‘legítima defensa’ que nos anima. Y seguir trabajando en la construcción de ese mundo mejor que queremos legar a nuestros hijos. 
Pero vamos a ver, si a usted le atracan, ¿tiene derecho a defenderse aunque le haya abierto la puerta al atracador creyendo que era el técnico del gas que venía a arreglar la caldera estropeada por los socialistas? ¿O tiene que dejarse atracar y posteriormente, si le dejan con vida, ir al juzgado a denunciarlo? Porque eso es lo que nos está ocurriendo con el Gobierno, que nos prometió, para llegar al poder, que nos iba a arreglar la caldera del bienestar y lo que nos ha metido es un atraco, por incompetencia o ambición, que nos está dejando en la ruina.
Después de todo lo que dijeron, y mintieron, durante estos meses, ahora, forzados por Europa, reconocen que el famoso déficit es del 7%, en contra de lo que cacareó, alardeó y aseveró Rajoy en el Congreso de los Diputados y el 10,6 % si contamos el rescate a la banca, siendo el más elevado de la Unión Europea. Y también rectifican y confiesan que la recesión es tres veces más profunda de lo que afirmaron – por cierto, cuando ya conocían la ‘herencia recibida’ – y que de crecimiento para el año que viene nada, sino que decrecerá nada menos que el 1,5% del PIB. Y del paro ya les da vergüenza hablar. La Encuesta de Población Activa (EPA) del próximo jueves se lo recordará.
Esto es un engaño y un butrón sin disimulo. Una tomadura de pelo infame. Una indecencia absoluta. ¿Y frente a esto hay que esperar aún tres años para ir al juzgado de las urnas, desangrándonos mientras tanto? Son unos delincuentes incitadores a la violencia. Conducen al país al galope hacia el ‘corralito’ exterminador. Y no tienen la gallardía de dimitir. Todos ellos, empezando por Mariano. Prefieren que se hunda el país y los ciudadanos caigan en la indigencia antes que renunciar a sus pompas, vanidades y soberbias. Y encima se creen salvadores. Siguen martilleando con lo de la austeridad necesaria, lo de que hacen lo que hay que hacer, y que no existe alternativa. ¡Qué mofa de los españoles, qué ridículos son, qué trogloditas, qué dictadores! ¿Por qué tenemos que soportarlos si no les creemos ni una palabra ni una promesa? Siguen teniendo la policía y están dispuestos a emplearla, matándonos a todos si les fuera preciso.
Se dice pronto, hay que crecer al 3 % para comenzar a crear empleo y resulta que crecemos al -1,5%, el paro es una metástasis, la deuda es inabordable, y el déficit nos lleva a la consunción como ciudadanos. Todo bendecido por Rouco y sus hermanos, y los riquísimos tiburones. El mar de España comienza a oler a sangre y desesperación, este Gobierno es el paradigma del fracaso, y solo nos queda la legítima defensa para no dejarnos atracar aún más. Cuerda de presos para ellos. Estos atracadores, estos sicarios del capitalismo no merecen gobernar España. A todo esto hay que decirles que son unos ignorantes: creyeron que con la mayoría absoluta, y a pesar de sus escasos conocimientos, podrían hacer lo que quisieran con el país, y ahora, en este momento, los atracadores empiezan a estar asustados temiendo que entre en juego la legítima defensa. Ésta requiere tres condiciones: 1. Agresión ilegítima. 2. Necesidad racional del medio empleado. 3. Falta de provocación suficiente por parte del defensor. Se cumplen plenamente las tres.
¿Debemos permitir que continúen atracándonos y arruinándonos? ¿O debemos morir matando? Primera solución: Quita del 70%. Pagar escalonadamente a 30 años. Invertir lo ahorrado en la quita. Y ponerse a trabajar, todos, como fieras. En las condiciones actuales es imposible sobrevivir dentro de la UE. Segunda solución: Puestos de acuerdo todos los partidos con representación parlamentaria, pedir un informe riguroso a técnicos españoles y extranjeros sobre las consecuencias que acarrearía la salida del euro, y en su caso, de la Unión Europea. Visto ese informe, convocar un referéndum pidiendo opinión a los españoles, sin engañarles sobre lo que explique el informe. Y si el referéndum fuera afirmativo, hacer un programa económico creíble y solidario sobre las posibilidades de desarrollo por nosotros mismos. Dos soluciones difíciles, pero en las que todos seríamos partícipes. Porque basta de irresponsabilidades políticas unilaterales y autoritarias.
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 Asedio al Congreso. Convoca la Plataforma ¡En Pie! Coordinadora 25-S apoya. 15-M y afines, y Plataforma Afectados por la Hipoteca no respaldan la propuesta. ¿Hay que ir?

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