domingo, 9 de septiembre de 2012

POR LOS FUNCIONARIOS.


Estimado ciudadano: 

Si su concepto de FUNCIONARIO es el de "vago-enchufado que vive a costa de mis impuestos" y SE ALEGRA 
de las congelaciones y recortes de sueldo a los funcionarios, déjeme recordarle que, entre otras cosas: 

• 

SI ESTÁ ENFERMO y necesita asistencia (más le vale que no, porque tal como están las cosas o es rico
o se muere), le atenderá un funcionario.

SI TIENE que renovar o gestionar cualquier documento público (por el que tendrá que pagar tasas a
partir de la nueva LPG), le atenderá un funcionario.

SI TIENE HIJOS en edad escolar, tiene que gestionar las matriculas y las becas (cada vez más difíciles),
y que los eduquen y los cuiden, le hará un funcionario.

SI NECESITA solicitar una subvención, o una ayuda, o una pensión, o una prestación de desempleo o
de cualquier otro tipo, le atenderá un funcionario.

SI NECESITA una licencia, un permiso, o cualquier otra autorización, le atenderá un funcionario.

SI NECESITA seguridad o protección frente a delitos o ataques personales, le atenderá un
funcionario.

SI NECESITA que le gestionen su demanda o su denuncia, y busca justicia, le atenderá un funcionario.

SI POR DESGRACIA sufre un incendio o inundación en su vivienda, o cualquier problema que requiera
de ayuda urgente, le atenderán funcionarios.
Además ha de considerar que un funcionario no ha conseguido su puesto de trabajo fijo "a dedo", sino que

previamente ha tenido que estudiar para obtener una titulación y después, superar unas pruebas de acceso
que le han costado unos cuantos años de estudio y sacrificio. Y que algunos tenemos salarios mileuristas. Y
que nuestra única ventaja es tener un trabajo estable (hasta un nuevo "decretazo", probablemente). Y que
un funcionariado estable es la mejor garantía para que la Administración Pública sea independiente de
quien gobierne en cada momento.

Como el resto de los ciudadanos, ese funcionario TAMBIÉN PAGA hipotecas o alquileres, gas, luz, gasolina y
demás impuestos que nos tocan a todos. Y si a ese funcionario le recortan el sueldo, para ajustarse a su
nueva situación económica lo más probable que, entre otras cosas:


DEJE de tomarse el cortado o desayunar en la cafetería donde trabaja usted o algún familiar suyo.

DEJE de comprar ropa, zapatos, juguetes, etc. de la tienda o centro comercial donde trabaja usted o
algún familiar suyo.

DEJE pendiente para algún año más cambiar la pintura o cualquier reparación en la casa que no sea
urgente, y que posiblemente sería realizada por la empresa de usted o de algún familiar suyo.

DEJE de salir los domingos a comer con su familia en el restaurante donde trabaja usted o algún
familiar suyo.

DEJE de viajar en la compañía aérea o marítima donde trabaja usted o algún familiar suyo.

DEJE de reservar el fin de semana en el hotel o casa rural donde trabaja usted o algún familiar suyo.
Y que, en consecuencia, ante la bajada de ingresos de estos negocios, el empresario tenga que despedirle a
usted o algún familiar suyo (con una indemnización infame gracias a la nueva reforma laboral). O si usted es
el empresario, con el tiempo posiblemente se vea obligado a cerrar.

Créame, estimado ciudadano, que YO NO ME ALEGRARÉ cuando eso suceda; intentaré seguirle atendiendo
con la mayor calidad que pueda en el servicio público que usted demanda y que yo también pago con mis
impuestos.

Y por último permítame recordarle dos cosas: que los presidentes, ministros, consejeros, concejales y
demás altos cargos de este país, de esta comunidad autónoma y de este ayuntamiento NO SON
FUNCIONARIOS; y que esta crisis ha sido causada por banqueros, políticos, defraudadores y corruptos, NO
POR LOS FUNCIONARIOS.

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