viernes, 14 de septiembre de 2012

Los banqueros de la crisis siguen en su sitio



Hundir la economía mundial le costó a Goldman Sachs 550 millones. Su presidente sigue siendo Lloyd Blankfein. Los últimos escándalos de bancos británicos y estadounidenses, síntoma de que nada ha cambiado

De Guindos, Draghi y demás altos cargos de la banca de inversión mundial deberían estar encarcelados preventivamente a la espera de juicio en lugar de haber sido premiados con carteras ministeriales
Si la crisis fagotizó a los Gobiernos de cuatro de las cinco grandes potencias europeas, paradójicamente, muchos de los poderosos banqueros considerados responsables de la crisis siguen ocupando sus puestos. La pregunta es inevitable: ¿Que Lloyd Blankfein siga siendo presidente de Goldman Sachs, Jamie Dimon de JP Morgan, Brian Moynihan del Bank of America y Vikram Pandit de Citygroup, no es la constatación de que el sistema financiero se ha impuesto a la democracia occidental? 
"No creo que pueda considerarse una victoria de nadie contra nadie", dice el profesor de Ciencia Política y Sociología de la Universidad Carlos III de Madrid, Joan Pere Plaza. "Es cierto que, salvo en casos muy contados, los responsables últimos de las decisiones no han pasado por ningún proceso de rendición de cuentas. Al menos por una temporada las actividades especulativas de alto riesgo parece que pasarán a un segundo plano. No creo que volvamos a asistir a la venta masiva de acciones preferentes, por ejemplo", añade.
Francesco Saraceno, miembro del Observatorio Francés de las Coyunturas Económicas y profesor de Economía europea en la facultad de Science Po de París, ve muy revelador que de pronto "hoy no se hable ya de las raíces profundas de la crisis. Nos estamos olvidando de que, con excepción de Grecia, las finanzas públicas de los países se han degradado para responder a la crisis del sector financiero". Por ello cree que "hay que estar muy atentos para que no se apague el debate sobre la regulación de la finanza. La clave para un crecimiento sostenible pasa por que coexista un sistema financiero dinámico con una serie de reglas que impidan los abusos y penen los comportamientos peligrosos o ilegales. Y creo que aún estamos muy lejos de esto".

Los escándalos del verano 

Este verano, con los focos puestos en la presión de los especuladores sobre España e Italia, han podido pasar desapercibidos una serie de comportamientos muy cuestionables sobre los grandes bancos británicos y estadounidenses. Por ejemplo, Barclays fue acusado de haber estado manipulando los tipos de interés para obtener mayores beneficios. Su presidente, Marcus Agius, con un sueldo de casi 900.000 euros al año, dimitió y ahora la entidad está en busca de la transparencia perdida.
"Lo que realmente da miedo de Europa hoy es que estamos asistiendo a un fundamentalismo de mercado que no se veía desde los años noventa"Otro caso escandaloso es el del HSBC, al que las autoridades de EEUU acusaron de haber estado lavando dinero de cárteles de la droga, grupos terroristas y regímenes totalitarios. La filial británica de Standard Chartered también fue pillada infraganti por los reguladores estadounidenses haciendo el mismo trabajo con el Gobierno de Irán.
El primero pagó una multa de 251 millones de dólares; el último, 319 millones. Goldman Sachs, por precipitar al vacío toda la economía mundial sólo ha tenido que afrontar una multa de 550 millones de dólares.
Y eso que en la cumbre del G-20 que se celebró en 2008 en Washington Sarkozy, Zapatero, Brown, Berlusconi y Merkel prometieron que iban a refundar el capitalismo. "Creo que lo que realmente da miedo de Europa hoy es que estamos asistiendo a un fundamentalismo de mercado que no se veía desde los años noventa con los 'ajustes estructurales' que impuso el Fondo Monetario Internacional a los países en vías de desarrollo. Sabemos bien qué efectos tuvieron las recetas liberales en América Latina. ¿Estamos seguros de que queremos volver a reproducirlas en Europa? se pregunta Saraceno.
Plaza destaca que la línea que separa la política de la economía es tan delgada que "ninguno de los actores que asistieron a aquella cumbre es tan independiente ni su capacidad de acción tan autónoma" como para poder cambiar todo el modelo económico vigente.
No solo siguen los banqueros, si no que algunos de los principales protagonistas de esta gran estafa han sido premiados: Rodrigo rato, tras no enterarse de lo que estaba pasando cuando estaba al frente del FMI fue nombrado máxima autoridad de Bankia (ya hemos visto los resultados), De Guindos, responsable de Lehman Brothers para Europa cuando quebró ahora es ministro de economía de España, Mario Draghi al frente de Goldman Sachs cuando hicieron la falsa auditoria a Grecia ahora es presidente del Banco cebtral Europeo.
¿A quien se creen que engañan?
Se olvida el articulista de que los dottori Draghi y Monti, y el griego que había antes de las elecciones eran empleados de esta benemérita firma. Claro que lo nuestro es peor, Guindos lo era de Lehman Brothers, condenada por estafa y quebrada. Y esta gente es la que nos dice lo que tenemos que hacer, cuantas horas tenemos que trabajar ( a los griegos ya le han dicho que 13 al día), cuanto y cuando vamos a cobrar, como se va a cuidar nuestra salud, qué deben estudiar nuestros hijos ( o no). Un caso como este no se había visto jamás, en toda la historia universal
El rescate de las estructuras imperialistas de la UE a España se produce en un momento particularmente importante del desarrollo de las contradicciones en el seno del polo imperialista europeo, pues estamos asistiendo a un proceso en el que cada vez es más fácil visualizar que la estrategia fundamental del capital pasa por el más absoluto engaño y manipulación contra los pueblos a falta de otras vías de legitimación de las políticas y la propia naturaleza de la Unión Europea. La esencia de la UE, es decir, el proceso de concentración y centralización de capital, imparable si no es desde postulados socialistas, sigue su rumbo le pese a quien le pese, ahondando en la realidad de un desarrollo desigual entre los propios estados miembros que facilita que los monopolios de ciertos países partan con gran ventaja en el reparto del pastel de privatizaciones y demás medidas similares.
El ataque sistemático que la Comisión Europea, el Banco Central Europeo y el Fondo Monetario Internacional están desarrollando contra los derechos de la clase obrera y el pueblo trabajador en los distintos países que conforman la Unión no hace sino demostrar que, a las estructuras imperialistas, servidoras del gran capital monopolista, sólo les vale la elevación de la tasa de explotación de la clase obrera para remontar una crisis estructural de enormes dimensiones. Esta realidad, no es sólo una expresión coyuntural de la naturaleza de la UE, fruto de unas políticas determinadas impulsadas por sectores neoliberales o conservadores, sino la confirmación de que la propia UE, todo el entramado institucional y normativo que la compone, es en sí una herramienta del gran capital para lograr sus fines, y no una estructura neutra que pueda ser reformada o modificada en función de unas u otras orientaciones políticas. Asumir este hecho es de importancia fundamental si queremos formular una táctica adecuada en beneficio de los intereses de la clase obrera y el pueblo trabajador en nuestros respectivos países.
Si observamos el caso francés, donde recientemente hemos visto cómo se ha producido un vuelco electoral en beneficio del Partido Socialista, vemos cómo funciona a la perfección, igual que ocurrió en España en las pasadas elecciones generales y municipales, la alternancia entre partidos perfectamente entrenados en la gestión del capitalismo.
Las primeras medidas anunciadas por François Hollande, nuevo presidente francés, como la derogación del retraso en la edad de jubilación, no son sino una medida oportunista inicial que sin duda vendrá acompañada, con el paso del tiempo, por nuevos ataques y recortes laborales y sociales, y no porque los plantee Alemania, sino porque es el propio capital monopolista de origen francés, estrechamente vinculado al Partido Socialista, el que los exigirá ante la evidencia de que no hay otras vías de hacer remontar su tasa de beneficio.
Por otra parte hemos visto el caso griego, donde las últimas elecciones han arrojado un resultado que hará respirar de alivio a los oligarcas, que no han dudado ni un solo minuto en aplicar las más descarnadas técnicas de manipulación y terror de masas para tratar de evitar que el fantasma de una posible salida de ese país del euro se hiciera realidad. Ante el descrédito de la socialdemocracia liberal del PASOK, promovieron la opción de Syriza como gestor amable de la crisis, asegurándose de que esta organización dulcificara sus posturas hasta convertirse en una apuesta perfectamente válida dentro de los parámetros del sistema, al mismo tiempo que se recrudecía el ataque sobre el Partido Comunista de Grecia (KKE), único partido que realiza una propuesta que rompe con el capitalismo.
Son sólo dos ejemplos de cómo la oligarquía es capaz de reconducir las situaciones más adversas En todo caso, la UE se sigue enfrentando a los mismos problemas que antes, que no son otros que los propios límites del sistema capitalista y su descomposición.
Unidad y Lucha Obrera. Hacia el 15-S

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