Gonzalo Mieres
El marasmo económico está llegando a límites patéticos, de igual modo que las contradicciones del Gobierno. Rajoy ha repetido mil veces que <las pensiones son intocables>. Parece que ha mentido por enésima vez. Donde dijo d
El marasmo económico está llegando a límites patéticos, de igual modo que las contradicciones del Gobierno. Rajoy ha repetido mil veces que <las pensiones son intocables>. Parece que ha mentido por enésima vez. Donde dijo d
igo, dice Diego. Fuentes del Ejecutivo admiten que el gasto en pensiones, el único intocable, ya no lo es. Desde un hotel de lujo están considerando seriamente la posibilidad de machacar las humildes pensiones donde malviven muchos necesitados. Económicamente, su maestro de hacer cuentas es el Gran Capitán. La bancarrota y los bancos rotos. Imagínate las broncas dentro del propio Ejecutivo. Los gritos de Moncloa se oyen en Cádiz, Finisterre y donde Cristo dio tres voces. Por cierto, ¿dónde anda la Pitonisa Soraya, que últimamente brilla por su ausencia? ¿Será que está cansada de torear y dar la cara?
La prima de riesgo cerró el lunes en 477 puntos. El banco central alemán torpedea la tregua. Según el Der Spiegel, está en la orden del día del Consejo de Gobierno del 6 de septiembre. Como nuestros mandamases siempre echan la culpa a otros, seguro que ahora se las echan al Bundesbank, al BCE, al contubernio judeomasónico, a los chinos o a cualquiera que pase por la acera de enfrente. Los economistas españoles Luís Garicano y Jesús Fernández-Villaverde han criticado duramente en el Financial Times las actitudes del Presidente y sus cábalas para salir de la crisis: "El Estado en insostenible y ni está en la agenda de Rajoy reformarlo". ¿Qué hemos hecho para merecer esto?
Si fuera cierto aquello de que cada pueblo tiene los gobernantes que se merece, habría que sospechar que el pueblo español está formado por manadas de estúpidos ignorantes y de apasionados sin fronteras. Esto es muy triste, y parece que no tiene remedio. Demasiado corazón, sí, pero muy poca cabeza, como se ha demostrado a lo largo de la historia. Septiembre se va convertir en el más negro de los últimos siglos. ¿Qué pasa aquí? ¿Qué pasará luego? ¿Qué será de nosotros?
¿Te acuerdas de aquella niña tan buena que abochornó al país por la cursilería de quien la sacó a relucir? Sí, hombre, sí, la niña de Rajoy! Antes había sido el primo de Sevilla. Bueno, pues esa niña creció, se desarrolló, contrajo nupcias con un torero y tuvieron un hijo que, con el tiempo, se hizo matador como su padre. El apoderado, con visión profética, le puso el nombre taurino de Niño de la Crisis. Incapaz de coger al toro por los cuernos, tuvo que dedicarse a vaquillas, capeas, recortes y encierros, pero siempre desde el burladero para burlar al respetable público. Total, que como no valía para otra cosa hubo de dedicarse a la política y llegó a lo más alto, como aquel Peter Sellers jardinero. Pero, según canta el refrán, "cómicos y toreros, los más embusteros". Al Niño de la Crisis se le empezaron a notar enseguida las maneras de alguacilillo y monosabio. Cortó y recortó con faenas de tosca factura orejas, rabos y todo lo que se le ponía por delante. También hizo faenas al alimón con el Terremoto de Montoro y el Niño de los Guindos. Hasta que un día el respetable, cansado de derechazos, le dedicó tantos pitos que tuvo que salir corriendo y hecho un basilisco por la puerta grande de Las Ventas, no a hombros, sino a abucheos y almohadillazos. Perseguido por algunos aficionados del 7, se volvió amenazador a ellos y les increpó: "¡Volveré, bellacos! Hasta el rabo todo es toro".Dicen que el Niño de la Crisis sólo leía un libro, El Criticón, de Baltasar Gracián, obra bastante pesada dividida en tres partes en las que cada capítulo se llama Crisis. Consta de 38 Crisis. El Niño se lo aprendió bien.
Mariano Rajoy pasará a la historia como El Niño de las Crisis, sobrenombre ganado a base de pulso y ajustes. Con el tiempo vivirá retirado en un monasterio gallego.
Recordar que de la lengua griega salió el latín, padre del castellano, portugués y francés. Grecia, Italia, España y Portugal, países cristianos, están casi ahogados. Solo se salva Francia, de momento. Parece que los grecolatinos están afectados por la maldición financiera. De nada les sirve su pasado triunfal en las artes, las letras, la filosofía, las conquistas y la divinidad. Estamos dejados de la mano de los dioses que, según parece, desdeñan cínicamente la economía porque su reino no es de este mundo. Los cielos prefieren el futuro etéreo antes que el lamentable presente de indicativo. La cristiandad se decanta por el luteranismo del norte. Habrá que repetir mil veces más que el sur también existe.
Empieza a estar de moda las calificaciones de que los que están en el Gobierno del Principado son unos perfectos ' chisgarabís'. El apelativo es sonoro, simpático y no cabe la menor duda de que corresponde a un mequetrefe, petimetre o zascandil.
Los chisgarabís son, trepadores profesionales,personajes siniestros capaces de convertir la ciencia en mercadeo, la profesionalidad en publicidad, el trabajo honesto en especulación… Y que con su conducta crípticamente antisocial provocan el desánimo y el escepticismo en la posibilidad de un mundo más justo. No son simples chisgarabís, son depredadores sociales … Este calificativo no es sólo para los ejecutivos del Principado si no más bien para la clase política que tenemos en Asturias......
La prima de riesgo cerró el lunes en 477 puntos. El banco central alemán torpedea la tregua. Según el Der Spiegel, está en la orden del día del Consejo de Gobierno del 6 de septiembre. Como nuestros mandamases siempre echan la culpa a otros, seguro que ahora se las echan al Bundesbank, al BCE, al contubernio judeomasónico, a los chinos o a cualquiera que pase por la acera de enfrente. Los economistas españoles Luís Garicano y Jesús Fernández-Villaverde han criticado duramente en el Financial Times las actitudes del Presidente y sus cábalas para salir de la crisis: "El Estado en insostenible y ni está en la agenda de Rajoy reformarlo". ¿Qué hemos hecho para merecer esto?
Si fuera cierto aquello de que cada pueblo tiene los gobernantes que se merece, habría que sospechar que el pueblo español está formado por manadas de estúpidos ignorantes y de apasionados sin fronteras. Esto es muy triste, y parece que no tiene remedio. Demasiado corazón, sí, pero muy poca cabeza, como se ha demostrado a lo largo de la historia. Septiembre se va convertir en el más negro de los últimos siglos. ¿Qué pasa aquí? ¿Qué pasará luego? ¿Qué será de nosotros?
¿Te acuerdas de aquella niña tan buena que abochornó al país por la cursilería de quien la sacó a relucir? Sí, hombre, sí, la niña de Rajoy! Antes había sido el primo de Sevilla. Bueno, pues esa niña creció, se desarrolló, contrajo nupcias con un torero y tuvieron un hijo que, con el tiempo, se hizo matador como su padre. El apoderado, con visión profética, le puso el nombre taurino de Niño de la Crisis. Incapaz de coger al toro por los cuernos, tuvo que dedicarse a vaquillas, capeas, recortes y encierros, pero siempre desde el burladero para burlar al respetable público. Total, que como no valía para otra cosa hubo de dedicarse a la política y llegó a lo más alto, como aquel Peter Sellers jardinero. Pero, según canta el refrán, "cómicos y toreros, los más embusteros". Al Niño de la Crisis se le empezaron a notar enseguida las maneras de alguacilillo y monosabio. Cortó y recortó con faenas de tosca factura orejas, rabos y todo lo que se le ponía por delante. También hizo faenas al alimón con el Terremoto de Montoro y el Niño de los Guindos. Hasta que un día el respetable, cansado de derechazos, le dedicó tantos pitos que tuvo que salir corriendo y hecho un basilisco por la puerta grande de Las Ventas, no a hombros, sino a abucheos y almohadillazos. Perseguido por algunos aficionados del 7, se volvió amenazador a ellos y les increpó: "¡Volveré, bellacos! Hasta el rabo todo es toro".Dicen que el Niño de la Crisis sólo leía un libro, El Criticón, de Baltasar Gracián, obra bastante pesada dividida en tres partes en las que cada capítulo se llama Crisis. Consta de 38 Crisis. El Niño se lo aprendió bien.
Mariano Rajoy pasará a la historia como El Niño de las Crisis, sobrenombre ganado a base de pulso y ajustes. Con el tiempo vivirá retirado en un monasterio gallego.
Recordar que de la lengua griega salió el latín, padre del castellano, portugués y francés. Grecia, Italia, España y Portugal, países cristianos, están casi ahogados. Solo se salva Francia, de momento. Parece que los grecolatinos están afectados por la maldición financiera. De nada les sirve su pasado triunfal en las artes, las letras, la filosofía, las conquistas y la divinidad. Estamos dejados de la mano de los dioses que, según parece, desdeñan cínicamente la economía porque su reino no es de este mundo. Los cielos prefieren el futuro etéreo antes que el lamentable presente de indicativo. La cristiandad se decanta por el luteranismo del norte. Habrá que repetir mil veces más que el sur también existe.
Empieza a estar de moda las calificaciones de que los que están en el Gobierno del Principado son unos perfectos ' chisgarabís'. El apelativo es sonoro, simpático y no cabe la menor duda de que corresponde a un mequetrefe, petimetre o zascandil.
Los chisgarabís son, trepadores profesionales,personajes siniestros capaces de convertir la ciencia en mercadeo, la profesionalidad en publicidad, el trabajo honesto en especulación… Y que con su conducta crípticamente antisocial provocan el desánimo y el escepticismo en la posibilidad de un mundo más justo. No son simples chisgarabís, son depredadores sociales … Este calificativo no es sólo para los ejecutivos del Principado si no más bien para la clase política que tenemos en Asturias......
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