sábado, 3 de noviembre de 2012

la trampa del lenguaje



El empleo de la palabra crisis estaría justificado dentro de un colectivo educado en el marxismo, pero ese no es el caso de la generalidad de la población española. Si fuese un término mayoritariamente aceptado, clasista por el número de gente que lo usara y conociera en todo su significado, es decir, capaz de movilizar, no lo usaría la derecha como lo está usando para lo contrario, para desmovilizar, machacándonos constantemente con él. Por tanto, sigo considerando que a nivel popular en estos momentos es mejor usar la palabra ESTAFA e ir señalando al pueblo poco a poco el verdadero significado marxista de la palabra crisis.



El lenguaje utilizado por el mainstream académico y por las élites políticas es imprescindible cuestionarlo desde la raíz misma, pues su aceptación y utilización ha supuesto una gran victoria cultural de las políticas neoliberales. Con un apoyo mediático sin precedentes, se repiten una y otra vez las mismas expresiones: “todos somos culpables y, en consecuencia, todos tenemos que arrimar el hombro”, “hemos vivido por encima de nuestras posibilidades y ahora toca apretarnos el cinturón”, “el Estado es como una familia, no puede gastar más de lo que ingresa”, “la austeridad es una virtud que, si la practicamos con convicción y firmeza, nos permitirá salir de la crisis”. Tan sólo son algunos ejemplos de uso bastante frecuente de un discurso simple (simplista),  directo y, por qué no decirlo, muy efectivo; nos entrega palabras y conceptos fácilmente manejables, que proporcionan un diagnóstico de quiénes son, o mejor dicho somos, los culpables y cuáles son las soluciones.
Dado que todos, sin distinción de estatus ni clase social, hemos sido responsables y que la única salida es el esfuerzo colectivo, ese discurso busca convertir a la ciudadanía en espectadores pasivos de un grupo tecnocrático cuyo cometido es gestionar con eficacia, con su saber hacer, la necesaria austeridad.
Según ese mismo lenguaje, ampliamente aceptado, todos somos culpables y el mayor de todos es el Estado, despilfarrador por naturaleza. Por esta razón toca adelgazarlo, y de esta manera liberar (literalmente) recursos atrapados y mal utilizados por el sector público, para que la iniciativa privada, paradigma de la eficiencia, los pueda utilizar.
Lo cierto es que estos razonamientos y su lógica, implacables e inexorables en apariencia, nos alejan de una reflexión sobre la complejidad, sobre las causas de fondo de la crisis; causas que apuntan a las contradicciones de la dinámica económica capitalista, la problemática asociada a la integración europea, la operativa de los mercados y los intereses que los articulan. Estos asuntos han quedado fuera de foco y, por supuesto, fuera de la agenda de una posible superación de la crisis. Agenda que, además de incorporar una visión de la misma de calado estructural, necesita hacer valer otro lenguaje —en realidad, otro marco conceptual e interpretativo— basado en las ideas de sostenibilidad de los procesos económicos, el trabajo decente y la cohesión social.
El principal problema radica en que tanto las OLIGARQUÍAS FINANCIERAS, COMO LAS EMPRESARIALES, han hecho creer a muchos que esta crisis es cíclica, algo que va a pasar y vamos luego TODOS a bailar el cumbayá.
Pero esta crisis es ESTRUCTURAL, el sistema capitalista se ha lapidado con sus excesos monetarios y especulativos, con sus políticas económicas neoliberales.
Adonde apuntan sus salidas: 
1) CONVERTIRNOS EN LOS NUEVOS ESCLAVOS DEL SIGLO XXI
2) PRIVATIZAR TODO LO PÚBLICO
3)ENTREGAR LA SOBERANÍA AL CAPITAL FINANCIERO INTERNACIONAL
Que esta crisis se debe a algunas estafas, SIN LUGAR A DUDAS. Pero la palabra exacta es CRISIS, en ella está lo radical, la raíz del problema; de esta LUCHA DE CLASES ABIERTA Y CRUENTA, que muchos socialtraidores y reformistas pretenden ocultar.
Europa es una colonia gringa desde el final de la segunda guerra mundial. A esos señores les hace falta una Europa empobrecida y con sueldos mucho mas bajos que los actuales para poder competir con China que si no va a terminar comiendoselos vivos.

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