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Los vecinos no están dispuestos a pagar los ‘vasos’ rotos del botellón, después de que el gobierno local congelara el debate (que comenzó la pasada primavera) para regular el consumo de bebidas alcohólicas en la calle. El presidente de la Plataforma Ciudadanos por la Convivencia, Emmanuel Benítez-Sosa, denuncia la “falta de voluntad” del ayuntamiento gijonés a la hora de elaborar el primer borrador de consumo de alcohol en la vía pública, que iba a ser presentado en septiembre.
“Estamos preocupados porque, aunque ha empeorado el clima, el consumo en la calle se está agravando bastante”, advierte el portavoz de la plataforma. Por ello, los vecinos -que no han recibido ninguna llamada del ayuntamiento desde el pasado agosto- planean concentrarse en la plaza San Agustín (uno de los puntos neurálgicos del botellón ) para “dar un toque de atención” a las administraciones.
A diferencia de concentraciones anteriores, en esta ocasión los afectados de la zona centro (Náutico y San Agustín) estarán arropados por la Plataforma Vecinal de Cimadevilla. “Aunque sabemos que hay unas elecciones de por medio, el ciudadano necesita ver trabajo en el día a día, y descansar”, dice Benítez-Sosa.En este sentido, considera una “vergüenza” que aún no se haya puesto solución al consumo de alcohol en la calle y avisa de que algunos afectados por el botellón “se tienen que trasladar a otro piso los fines de semana para poder dormir”.
Fuerzas de seguridad ¿La Policía puede actuar contra los botellones ? El portavoz de la plataforma avisa de que los agentes locales y nacionales se quejan de que el gobierno municipal aún no les ha marcado los criterios de actuación en el caso del botellón . “Pueden actuar en acciones concretas como asaltos, delitos, peleas... pero en el día a día sólo les permiten vigilar”, añade Benítez-Sosa.
Eso supone que en la mayoría de ocasiones, la Policía no puede requisar las bebidas alcohólicas al menor porque se encuentra en su derecho de consumir. “Les piden el carné de identidad y se acabó”, denuncia. En este punto, es donde reclaman la atención de los padres, o tutores del joven. “Estamos pidiendo la ayuda de los padres para evitar que nuestros jóvenes se destrocen las neuronas y después nos encontramos con que ellos mismos los traen y los llevan al botellón ”, critica Benítez-Sosa.
En este sentido, aplaude el aumento de presencia policial en la zona, así como que el gobierno haya asumido elevar la edad para consumir alcohol en Asturias de los 16 a los 18 años. “Era una medida de sentido común, aunque supone un punto de partida para el debate”, reconoce el afectado.
Por otra parte, Benítez-Sosa ya manifestó en numerosas ocasiones la falta de aplicación de algunas ordenanzas ya existentes. “Existen leyes contra el ruido, o las suciedades que todos los ciudadanos tenemos la obligación de cumplir”, señala en relación a los jóvenes que cada fin de semana “vomitan, orinan, o defecan” en los portales.
¿Que supondrá la nueva normativa? La primera solicitud vecinal pasa porque el consistorio elabore una ordenanza municipal similar a la de Bilbao, incluso a la de Santander, o Mallorca. Es decir, que se castigue a los infractores con multas, que podrán ser suprimidas con trabajos en beneficio de la comunidad. Además, el dinero recaudado iría destinado exclusivamente a la elaboración de programas de ocio para jóvenes que fomenten el consumo responsable. Con todo, el texto definitivo deberá superar varios escollos.
‘Globos de la risa’ Pero el alcohol no es el único problema con el que se topan vecinos y efectivos municipales. Según los afectados, desde hace unos meses los denominados Globos de la risa (compuestos de óxido nitroso), se han ido extendiendo por algunas discotecas de los aledaños del mercado de San Agustín. “Somos conscientes de que en algunos bares los regalan con la consumición y observamos sus efectos”, alertan. Con todo, el portavoz vecinal cree que la última incautación de la droga (en Oviedo) surtió efecto.
“Estamos preocupados porque, aunque ha empeorado el clima, el consumo en la calle se está agravando bastante”, advierte el portavoz de la plataforma. Por ello, los vecinos -que no han recibido ninguna llamada del ayuntamiento desde el pasado agosto- planean concentrarse en la plaza San Agustín (uno de los puntos neurálgicos del botellón ) para “dar un toque de atención” a las administraciones.
A diferencia de concentraciones anteriores, en esta ocasión los afectados de la zona centro (Náutico y San Agustín) estarán arropados por la Plataforma Vecinal de Cimadevilla. “Aunque sabemos que hay unas elecciones de por medio, el ciudadano necesita ver trabajo en el día a día, y descansar”, dice Benítez-Sosa.En este sentido, considera una “vergüenza” que aún no se haya puesto solución al consumo de alcohol en la calle y avisa de que algunos afectados por el botellón “se tienen que trasladar a otro piso los fines de semana para poder dormir”.
Fuerzas de seguridad ¿La Policía puede actuar contra los botellones ? El portavoz de la plataforma avisa de que los agentes locales y nacionales se quejan de que el gobierno municipal aún no les ha marcado los criterios de actuación en el caso del botellón . “Pueden actuar en acciones concretas como asaltos, delitos, peleas... pero en el día a día sólo les permiten vigilar”, añade Benítez-Sosa.
Eso supone que en la mayoría de ocasiones, la Policía no puede requisar las bebidas alcohólicas al menor porque se encuentra en su derecho de consumir. “Les piden el carné de identidad y se acabó”, denuncia. En este punto, es donde reclaman la atención de los padres, o tutores del joven. “Estamos pidiendo la ayuda de los padres para evitar que nuestros jóvenes se destrocen las neuronas y después nos encontramos con que ellos mismos los traen y los llevan al botellón ”, critica Benítez-Sosa.
En este sentido, aplaude el aumento de presencia policial en la zona, así como que el gobierno haya asumido elevar la edad para consumir alcohol en Asturias de los 16 a los 18 años. “Era una medida de sentido común, aunque supone un punto de partida para el debate”, reconoce el afectado.
Por otra parte, Benítez-Sosa ya manifestó en numerosas ocasiones la falta de aplicación de algunas ordenanzas ya existentes. “Existen leyes contra el ruido, o las suciedades que todos los ciudadanos tenemos la obligación de cumplir”, señala en relación a los jóvenes que cada fin de semana “vomitan, orinan, o defecan” en los portales.
¿Que supondrá la nueva normativa? La primera solicitud vecinal pasa porque el consistorio elabore una ordenanza municipal similar a la de Bilbao, incluso a la de Santander, o Mallorca. Es decir, que se castigue a los infractores con multas, que podrán ser suprimidas con trabajos en beneficio de la comunidad. Además, el dinero recaudado iría destinado exclusivamente a la elaboración de programas de ocio para jóvenes que fomenten el consumo responsable. Con todo, el texto definitivo deberá superar varios escollos.
‘Globos de la risa’ Pero el alcohol no es el único problema con el que se topan vecinos y efectivos municipales. Según los afectados, desde hace unos meses los denominados Globos de la risa (compuestos de óxido nitroso), se han ido extendiendo por algunas discotecas de los aledaños del mercado de San Agustín. “Somos conscientes de que en algunos bares los regalan con la consumición y observamos sus efectos”, alertan. Con todo, el portavoz vecinal cree que la última incautación de la droga (en Oviedo) surtió efecto.
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