domingo, 26 de octubre de 2014

Desnudos frente al Medio-Ambiente.




Ni a lo largo de la asamblea de Podemos ni entre sus conclusiones documentales conocidas ha aparecido referencia al medio ambiente. Los mecanismos participativos de la nueva formación no han considerado las cuestiones ambientales no ya prioritarias para España, sino siquiera dignas de mención. Cierto es que los partidos tradicionales siguen entendiendo en mayor o menor medida lo ambiental como un adorno, prescindible en malos tiempos, y no como raíz de los problemas y escenario de las soluciones, pues no alcanzan a comprender (o desprecian) su verdadera envergadura y trascendencia. Pero que un proceso supuestamente renovador y con largas miras como Podemos no repare en la “centralidad” que urge otorgar al medio ambiente no hace sino situarlo en el mismo nivel de miopía administrativista que padecen los demás partidos. Por profunda, duradera e injusta que esté siendo la crisis, su impacto en el futuro de España será mucho menor que el del desastre ecológico general que venimos tolerando y agravando. Si Podemos no hace crecer esta certeza entre sus filas, seguirá ofreciendo más de lo mismo.

Ante la multitudinaria reunión del pasado fin de semana de Podemos, y ante las reiteradas descalificaciones y sospechas de manipulación en las votaciones y demás irregularidades, quiero expresar mi opinión: Podemos es una formación de nueva creación y de distintas opiniones y sensibilidades. Desde mi punto de vista, su “filosofía” expresa una intención clara de regenerar el panorama político español. Démosles al menos el beneficio de la duda.

Si la mesa se convierte en el principal elemento diferenciador entre un Consejo de Ministros y el consejo de administración de una gran empresa porque quienes ocupan sus respectivas sillas son las mismas personas, es obvio que el Estado tiene un gran problema.
No es ningún secreto que el destino natural de exministros y expresidentes sea ocupar poltrona en el consejo de administración de alguna gran empresa, siendo también frecuente ver a antiguos miembros del consejo de administración de dichas empresas ocupando importantes cargos gubernamentales.
Es evidente que una tan estrecha amistad, que bien podríamos calificar como endogámica, es la clave para entender extrañas decisiones políticas que difícilmente podrían hallar explicación sin tan singular relación.

Obviamente, esta confusión de consejos hace que la soberanía en ciertos sectores parezca, más que en manos del pueblo, en las de ciertas empresas, lo que acaba finalmente costando caro a los ciudadanos. El sector energético sería el perfecto paradigma de la simbiosis Gobierno-empresa.

Como no existe el Nobel de humoristas gráficos, tal vez el Príncipe de Asturias sea el mejor reconocimiento a su trabajo. Cuando decimos humorista gráfico, en el caso de Quino deberíamos decir filósofo, humanista, educador y muchas más cosas, poniendo “gráfico” al final. Mafalda ha sido una genialidad que ha ensombrecido a otra genialidad muy superior: Quino después de Mafalda. Estimados amigos (cualquier seguidor de Quino es amigo), muchos de vosotros os habréis quedado colgados de Mafalda y no cabrá en vuestra cabeza que su creador pudiese superar este trabajo, pero sí que lo hizo y con creces. Evidentemente, la extensión en el tiempo (1964-1973) de este pequeño personaje ayudó a que consideráramos a Mafalda de la familia y a que atrapara nuestros corazones. Pero ¡ay! esto ha impedido que avanzáramos en el conocimiento de los demás trabajos de su autor.
Por eso cuando Quino se acercó ayer a recoger su Premio Príncipe de Asturias, no solo le acompañaba Mafalda, la primera y más entrañable; también iban con él un sinfín de personajes de los que no conocemos su nombre, pero no por eso son menos geniales.

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