domingo, 19 de enero de 2014

Este país revienta por las costuras harto de corrupción





¿Por qué una persona, a partir de los 50 años de edad, no tiene posibilidad, si está en el paro, de encontrar un trabajo? Y en el caso de ser afortunado y tener trabajo, es viejo para promocionarse, viejo para que lo valoren, viejo para una mejora salarial; pero no se es viejo para trabajar más horas, para tener movilidad, para asumir responsabilidades, para adaptarse a nuevos métodos y tecnologías, para afrontar nuevos retos...
Y nuestras nuevas generaciones, muy preparadas, siguen incrementando las listas del paro o teniendo que salir de nuestro país para poder trabajar; y el que tiene la “suerte” de tener trabajo aquí, lo es con un salario bajo y los más afortunados con ayuda de sus padres, si pueden. Nos vendría bien un momento de reflexión, de sentido común y de sensatez, que falta va haciendo. Se ha rescatado la economía, según dicen, pero nos están obligando a perder la dignidad.
Me da vergüenza cada día que me levanto enterarme de que ha habido nuevos casos de corrupción. Los medios de comunicación hacen una gran labor para sacar a la luz algunos de ellos, porque me figuro que otros seguirán ocultos. Pero más vergüenza me da tener un Gobierno que nada hace por cortar esta sangría o inmundicia y una oposición que mira también para otro lado, señal de que todos pueden tener algo que callar. Y así, día a día, me encuentro en un país al que no le veo solución con políticas de este tipo. Porque deberían ser ellos, los políticos, los que sacaran por las orejas de su partido a todos los simplemente sospechosos, y su actitud es defenderlos. Hay casos esperpénticos. Y, obviamente, una total impunidad. Y gente que aún aplaude a “sus corruptos”
España está en crisis por falta de meritocracia. Al igual que en el deporte donde destacamos a nivel mundial, se debe alentar la meritocracia a nivel político y empresarial. Solo la eliminación del amiguismo y de la elección a dedo, en todos los órdenes de la empresa y la política, para quedarse así con el más capaz y mejor preparado puede sacar a nuestro sufrido país de la crisis en que está perdido. Y es que en la sociedad española han coexistido los dos platillos de la balanza: meritocracia y amiguismo. Pero en el momento actual ha degenerado tanto el amiguismo que tapa peligrosamente el buen hacer de los méritos españoles hasta el punto de la desastrosa gestión política, que no invierte suficientemente en educación ni en investigación, da la impresión de retrotraer a España culturalmente a los tiempos preconstitucionales, cumpliendo así el sueño de la ultraderecha española.
Solo un cambio radical exigido y demandado por la sociedad española puede desviar esta tendencia para que la meritocracia reine en lugar del puro amiguismo.
Los bueyes doblan la frente impotentemente mansa delante de los castigos; los leones la levantan y al mismo tiempo castigan con su clamorosa zarpa”, escribió Miguel Hernández cuando el levantamiento del general Franco contra el legítimo Gobierno de la República. Hoy, 78 años después, en un barrio de Burgos el pueblo se rebela. El cuerpo social de este país revienta por las costuras harto de corrupción, de injusticia, de desesperanza ante la implacable radiografía: el espectro político desde la izquierda a la derecha, tocado de escándalos y abusos; el Estado de bienestar en derribo (la sanidad, la educación, la dependencia); el paro, imparable; España, malbaratada a los inversores extranjeros; y la Monarquía, supuesto garante y árbitro más allá de las contingencias sociales y políticas, afectada igualmente por la metástasis.
Los políticos, mientras tanto, tratando de ocultar con eufemismos la realidad: para hacer “sostenible” el Estado de bienestar, lo desmantelan. A la emigración de la generación mejor preparada la llaman “movilidad exterior”. Pero el pueblo, que no es tonto y siempre habló en román paladino, ha dicho basta. Ha sucedido en el barrio de Gamonal en Burgos. Atención, poderosos: este no es un pueblo de bueyes.
Tanto el PSOE como el PP «rindieron el Estado de Derecho» en materia antiterrorista, de «repartirse los nombramientos del Poder Judicial» para «asegurarse su control y, de paso, su impunidad por los casos de corrupción», y de «mantener la mastodóntica estructura del Estado» (con cargos de confianza ó l. designación) mediante el aumento de los impuestos, «algunos, ya confiscatorios».
Todo lo aquí expuesto, es la lacra de esta crisis:
Se tiene que resolver el problema de la Zalia, el plan de vías, y lo que es más urgente; TRABAJO; 
1º los cursillos de reciclaje son inútiles.
2º se tiene que prohibir totalmente los cargos de libre designación.
3º solo un asesor por partido.
4º reponer todas los puestos de trabajo de todas las administraciones; mediante concurso-oposición, incluidos los de las empresas: municipales ó estatales (del director al último operario)  YA ESTA BIEN QUE SOLO LOS QUE TIENEN CARNET DEL PARTIDO ENCUENTREN TRABAJO.
5º limitar el salario de los alcaldes a 1.500 €, y los concejales un 10% menos.

6º eliminación de subvenciones  a los partidos, sindicatos, patronal, y las fundaciones de ellos.

7º reforma de la constitución,  ley financiación de los partidos y electoral.

8º los cargos electos no cobraran ni un céntimo mas, por ninguna función en las empresas municipales, ni por su participación como consejeros, o cualquier otro trabajo que este implícito con su cargo.

9º todo el importe que resulte de estos cambios se invertirá en empleo.


10º contratación indefinida, en los puestos que no sean de funcionarios, esto  crea equilibrio social y de futuro.

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