¿Por qué una persona, a partir de
los 50 años de edad, no tiene posibilidad, si está en el paro, de encontrar un
trabajo? Y en el caso de ser afortunado y tener trabajo, es viejo para
promocionarse, viejo para que lo valoren, viejo para una mejora salarial; pero
no se es viejo para trabajar más horas, para tener movilidad, para asumir
responsabilidades, para adaptarse a nuevos métodos y tecnologías, para afrontar
nuevos retos...
Y nuestras nuevas generaciones,
muy preparadas, siguen incrementando las listas del paro o teniendo que salir
de nuestro país para poder trabajar; y el que tiene la “suerte” de tener
trabajo aquí, lo es con un salario bajo y los más afortunados con ayuda de sus
padres, si pueden. Nos vendría bien un momento de reflexión, de sentido común y
de sensatez, que falta va haciendo. Se ha rescatado la economía, según dicen,
pero nos están obligando a perder la dignidad.
Me da vergüenza cada día que
me levanto enterarme de que ha habido nuevos casos de corrupción. Los medios de
comunicación hacen una gran labor para sacar a la luz algunos de ellos, porque
me figuro que otros seguirán ocultos. Pero más vergüenza me da tener un
Gobierno que nada hace por cortar esta sangría o inmundicia y una oposición que
mira también para otro lado, señal de que todos pueden tener algo que callar. Y
así, día a día, me encuentro en un país al que no le veo solución con políticas
de este tipo. Porque deberían ser ellos, los políticos, los que sacaran por las
orejas de su partido a todos los simplemente sospechosos, y su actitud es
defenderlos. Hay casos esperpénticos. Y, obviamente, una total impunidad. Y
gente que aún aplaude a “sus corruptos”
España está en crisis por falta
de meritocracia. Al igual que en el deporte donde destacamos a nivel mundial,
se debe alentar la meritocracia a nivel político y empresarial. Solo la
eliminación del amiguismo y de la elección a dedo, en todos los órdenes de la
empresa y la política, para quedarse así con el más capaz y mejor preparado
puede sacar a nuestro sufrido país de la crisis en que está perdido. Y es que
en la sociedad española han coexistido los dos platillos de la balanza:
meritocracia y amiguismo. Pero en el momento actual ha degenerado tanto el
amiguismo que tapa peligrosamente el buen hacer de los méritos españoles hasta
el punto de la desastrosa gestión política, que no invierte suficientemente en
educación ni en investigación, da la impresión de retrotraer a España
culturalmente a los tiempos preconstitucionales, cumpliendo así el sueño de la
ultraderecha española.
Solo un cambio radical exigido y
demandado por la sociedad española puede desviar esta tendencia para que la
meritocracia reine en lugar del puro amiguismo.
Los bueyes doblan la frente
impotentemente mansa delante de los castigos; los leones la levantan y al mismo
tiempo castigan con su clamorosa zarpa”, escribió Miguel Hernández cuando el
levantamiento del general Franco contra el legítimo Gobierno de la República.
Hoy, 78 años después, en un barrio de Burgos el pueblo se rebela. El cuerpo social
de este país revienta por las costuras harto de corrupción, de injusticia, de
desesperanza ante la implacable radiografía: el espectro político desde la
izquierda a la derecha, tocado de escándalos y abusos; el Estado de bienestar
en derribo (la sanidad, la educación, la dependencia); el paro, imparable;
España, malbaratada a los inversores extranjeros; y la Monarquía, supuesto
garante y árbitro más allá de las contingencias sociales y políticas, afectada
igualmente por la metástasis.
Los políticos, mientras tanto,
tratando de ocultar con eufemismos la realidad: para hacer “sostenible” el
Estado de bienestar, lo desmantelan. A la emigración de la generación mejor
preparada la llaman “movilidad exterior”. Pero el pueblo, que no es tonto y
siempre habló en román paladino, ha dicho basta. Ha sucedido en el barrio de
Gamonal en Burgos. Atención, poderosos: este no es un pueblo de bueyes.
Tanto el PSOE como el PP «rindieron el
Estado de Derecho» en materia antiterrorista, de «repartirse los
nombramientos del Poder Judicial» para «asegurarse su control y, de
paso, su impunidad por los casos de corrupción», y de «mantener la mastodóntica
estructura del Estado» (con cargos de confianza ó l. designación) mediante el
aumento de los impuestos, «algunos, ya confiscatorios».
Todo lo aquí expuesto, es la
lacra de esta crisis:
Se tiene que resolver el problema
de la Zalia, el plan de vías, y lo que es más urgente; TRABAJO;
1º los cursillos de reciclaje son
inútiles.
2º se tiene que prohibir
totalmente los cargos de libre designación.
3º solo un asesor por partido.
4º reponer todas los puestos de
trabajo de todas las administraciones; mediante concurso-oposición, incluidos
los de las empresas: municipales ó estatales (del director al último
operario) YA ESTA BIEN QUE SOLO LOS QUE
TIENEN CARNET DEL PARTIDO ENCUENTREN TRABAJO.
5º limitar el salario de los alcaldes a 1.500 €, y los
concejales un 10% menos.
6º eliminación de subvenciones a los partidos, sindicatos, patronal, y las
fundaciones de ellos.
7º reforma de la constitución, ley financiación de los partidos y electoral.
8º los cargos electos no cobraran ni un céntimo mas, por
ninguna función en las empresas municipales, ni por su participación como
consejeros, o cualquier otro trabajo que este implícito con su cargo.
9º todo el importe que resulte de estos cambios se invertirá
en empleo.
10º contratación indefinida, en los puestos que no sean de
funcionarios, esto crea equilibrio
social y de futuro.
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