domingo, 17 de febrero de 2013

.La lección más importante del hundimiento del Titánic fue la certificación de que no hay nada indestructible.



Declaraciones de Diego Torres, el socio de Iñaki Urdangarin en el instituto Nóos, ante el juez Ruz que instruye el caso, son de la mayor gravedad porque en ellas, no solo se implica de lleno al duque de Palma, Iñaki Urdangarin y a la Infanta Cristina en el escándalo –como es lógico y esperado por mas que el fiscal y el juez se resistan “políticamente” a citar a la Infanta- sino porque en documentos y en palabras de Torres se menciona directamente al Rey Juan Carlos como presunto colaborador en los negocios de Nóos. Y se detalla que, al menos uno de los contratos (el de Valencia Summit) del citado Instituto Noos con la Comunidad y el Ayuntamiento valencianos se negoció en el Palacio de la Zarzuela, en la presencia de Iñaki Urdangarin, Rita Barberá, Francisco Camps y el propio Diego Torres, lo que nos parece de la mayor gravedad. Máxime cuando dos notorios asesores, de las Infantas y del Rey, como son García Revenga y Romero Moreno, también han sido mencionados a título de “supervisores” de las actividades de Noos.Estamos ante uno de los acontecimientos mas graves ocurridos en la transición, como lo sería la presunta implicación del Rey –en lo mediático e institucional, aunque no penal por su alta inmunidad- en un escándalo de fraude fiscal, de apropiación y malversación de fondos públicos y de tráfico de influencias, como se desprende de lo conocido hasta ahora. Y temerosos de la aparición de nuevos datos y mayores informaciones, así como del futuro espectáculo público del juicio en el que la imagen de la Monarquía, la Casa y la Familia Real sufrirán un deterioro mayor del que ahora soportan y de consecuencias hoy imprevisibles. El que ya explica y justifica el debate abierto en las últimas semanas en torno a la posible abdicación del Rey en favor del Príncipe Felipe. <Si un Papa, como Benedicto XVI ha renunciado, ¿por qué no lo podría hacer don Juan Carlos?> se ha dicho y escrito al hilo de la mas candente actualidad.Sin embargo, estos acontecimientos, si no se reacciona con urgencia y van a peor, no solo no se van a poder paliar con la sola abdicación del Rey a título de último cortafuegos, sino que podrían poner en 'jaque' al monarca y a la institución monárquica, porque el patio ciudadano español está al borde de una explosión social (la crisis de los desahucios provocados por las hipotecas abusivas de la banca rescatada por el Estado es material incendiario). Por lo que la mencionada abdicación pudiera ser insuficiente si no va acompañada de una nueva y reforzada legitimidad –como un referéndum sobre la monarquía- para el Príncipe de Asturias en su condición de heredero y futuro Rey.Y, sobre todo, se hace necesaria una reforma en profundidad y reducción de las “competencias constitucionales” del monarca y de la escasa transparencia que adorna su gestión, así como de los modos, actuaciones y actitudes. Lo que ha permitido un excesivo “dejar hacer y dejar pasar”, un temerario descontrol en los pasados años de la transición, dando pie al llamado “borboneo” que ahora nos trae estos graves problemas de alcance nacional. En un tiempo, además, en el que España sufre una durísima crisis económica y social, y soporta otros muchos escándalos de corrupción política (y de espionajes a granel), lo que incide en el desprestigio de la vida política, el deterioro de las instituciones –la Corona incluida-, e incluso en problemas de cohesión nacional, como ahora ocurre con Cataluña.¿Qué puede pasar si se confirman las acusaciones de Torres que señalan al Rey, la Casa del Rey, la familia Real y al palacio de la Zarzuela? No se sabe, pero el Gobierno de Rajoy -el Rey no es “responsable” pero el Gobierno sí- mal que le pese a su indeciso presidente, algún tipo de decisiones debería tomar y, cuando antes mejor y por delante de los acontecimientos venideros que se aproximan, dado que todo esto no hizo nada mas que comenzar. Unos hechos que se veían venir de lejos y se intentaron tapar -Torres denunció que el abogado de Urdangarin le ofreció trabajo y dinero a cambio de su silencio y de asumir él toda la responsabilidad-, algo que en los tiempos y en la sociedad comunicada en la que vivimos ahora no se puede lograr. Además cualquier mentira orquestada o maniobra sucia, si se descubren, se convertirían en pura dinamita encendida en la cercanía de ese polvorín, cada día mas agitado e incontrolable (España vive en el descontrol general por causa de la estupefacción e indecisión de un Gobierno nada previsor) que es la imparable y creciente tensión social.
Bankia, de 3,75 a 0,01 en 18 meses. No es oficial, pero oficiosamente, para el FROB, Bankia vale 0,01 euros por acción. A ese precio, se supone, se realizará el canje de sus bonos convertibles en títulos. Fue algo que trascendió el jueves por la mañana porque lo publicó la prensa. La democracia ha comenzado a liberarse de su incautación en el Parlamento y en el Palacio de La Moncloa. La calle empieza a imponer su agenda frente a la falta de credibilidad de los grandes partidos.La lección más importante del hundimiento del Titánic fue la certificación de que no hay nada indestructible. Y que la soberbia de creerse blindado contra la catástrofe promueve que sus consecuencias sean todavía más terribles. Miles de personas se concentraron este sábado en Gijón y en otros lugares de España para protestar contra de los desahucios y exigir el derecho a una vivienda digna en una marcha convocada y apoyada por numerosas organizaciones sociales y sindicales...

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