domingo, 6 de enero de 2013

Melchor, Gaspar y Baltasar están preocupados por la situación de nuestra región



Melchor, Gaspar y Baltasar están preocupados por la situación de nuestra región. La crisis también les afecta, tanto es así que prefieren bajar el Pajares para no pagar por pasar por la autopista del Huerna. Se han acercado hasta el pozo Candín pero allí ya no se extrae carbón y preguntan insistentemente porSlim sabedores de la apuesta del hombre más rico del planeta por el Real Oviedo. El incombustible Serafín Abilio Martínez, presidente de la patronal asturiana de la construcción, se reúne dos horas con el presidente del Principado y la consejera de Fomento. Javier Fernández y Belén Fernández- escuchan las quejas del empresario que pide con urgencia que se licite obra pública. Para empezar habría que acabar la Zalia y retomar las obras del polígono de Bobes en Siero que con un millón de metros cuadrados duerme ahora el sueño de la crisis asturiana. A todo esto Cajastur se desintegra camino Liberbank de ser absorbido en su momento, no muy lejano, por el Banco Santander. En Asturias, salvados en principio los puestos de trabajo en Arcelor Mittal, la batalla más inminente es la de la minería, concretamente la de HUNOSA, que con sus 1.600 puestos de trabajo directos sigue siendo importante para nuestra región. Está claro que el eje Madrid-Bruselas quiere que desaparezca por lo que la única salida posible para salvar parte de los pozos y de los puestos de trabajo es la privatización y me consta que hay poderosos grupos interesados en ello siempre y cuando, claro está, no se encuentren con un rechazo frontal a tal posibilidad por parte de los sindicatos y del gobierno autonómico. La privatización de HUNOSA, o de una parte de ella, supondría el hito histórico de la desaparición de la empresa pública de Asturias y, por tanto, el inicio de una nueva era que, queridos Reyes Magos, no sabemos a donde nos conducirá.Pero el cierre de nuestras minas es mucho más que un símbolo. Ello, unido a la actitud del Gobierno de Mariano Rajoy con la minería del carbón, es lo más preocupante. Y lo es porque no acaba de entenderse cómo es posible que el Ejecutivo diga que va a apostar por eliminar esa espada de Damocles que pende sobre esta actividad y no actúe en consecuencia con ese propósito. No es coherente con ello que sigan sin darse pasos para pagar las ayudas de 111 millones de euros pendientes de 2012 (ayer no hubo Consejo de Ministros). No es coherente que el pasado 31 de diciembre haya expirado la vigencia del Plan del Carbón sin haberse aprobado el repuesto para los años sucesivos y que se alegue que el nuevo documento se ha mandado a Europa porque no fue posible un acuerdo, cuando ni siquiera se ha convocado a las partes. No es coherente que no se haya prorrogado el Real Decreto de Garantía de Suministros que permite el consumo de carbón nacional en las centrales térmicas después de que sus efectos también hayan concluido el pasado 31 de diciembre.No es consecuente con la defensa de este sector dejarlo en la peor situación de incertidumbre legal y económica que se recuerda en toda su larga historia.Nos ha pasado lo que les ocurre a todos nuestros hijos cuando llegan a los cinco o seis años, que descubren que ni Papá Nöel es ese mago navideño de la barba blanca y el jo, jo, jo que adelanta regalos, ni Melchor, Gaspar y Baltasar son esos ancianos mágicos que entran por la ventana en la noche del 5 de enero para beberse el anís y dejar el suelo cubierto de juguetes. Nosotros, a estas alturas de la película, algo más mayorcitos, contemplamos con desilusión que esa clase política tan valorada y encumbrada durante todo el periodo de la transición, no es sino un remedo de mangantes y aprovechados (salvando honrosas excepciones) que viven, y bastante bien, por cierto, del presupuesto que pagamos todos los españoles.
¿Qué corolario se desprende de tamaña desilusión? Pues que la gran mayoría del electorado deja de creer ciegamente en que los políticos van a solucionarnos los problemas, que sus programas electorales son papel mojado o mentiras en negro sobre blanco y que el futuro de las democracias occidentales pasa por reestructurar el sistema, recortar puestos superfluos y exigirles a los gobernantes responsabilidades civiles y hasta penales sobre sus actos. A mi me pasa lo que el Papa Benedicto XVI, que he descubierto que no había ni mula ni buey en el portal y que los Reyes Magos o no existieron o eran andaluces de Doñana, que es lo mismo que decir que pasaban por Belén en romería como podían haber pasado por Lepe. Como Javier Fernández, Francisco Álvarez Cascos, Mercedes Fernández, Santiago Argüelles Martínez, Carmen Moriyón y un largo etcétera sindical y todos los demás dirigentes a lo mejor siguen creyendo en los Reyes Magos, más por interés personal que por convicción propia, yo les aconsejaría que les escribiesen una carta urgente en la que les pidieran consejo para que los españoles volvieran a confiar en ellos porque las cosas también se les pueden complicar como ellos se han encargado de complicarnoslas a todos nosotros. Y a todos ustedes, que no tienen culpa y están pagando los platos rotos de nuestros políticos, ¡Que los Reyes Magos te sean propicios!.Y habrá que cantar aquella canción de: <Ya vienen los Reyes Magos caminito de Belén olé, olé, Holanda y olé Holanda ya se ve. Cargaditos de juguetes cargaditos de juguetes para el Niño de Belén olé, olé, Holanda y olé Holanda ya se ve......

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